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Cae Raqa, la capital del Estado Islámico en Siria

Milicias kurdosirias aliadas de EE UU anuncian, tras cuatro meses de combates, la conquista de la urbe y la rendición de los últimos yihadistas.

Miembros de as Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) celebran su victoria
Miembros de as Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) celebran su victorialarazon

Milicias kurdosirias aliadas de EE UU anuncian, tras cuatro meses de combates, la conquista de la urbe y la rendición de los últimos yihadistas.

Han sido cuatro meses de duros enfrentamientos para poder arrebatar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) su «capital de facto», después de que este verano cayera también Mosul, la segunda ciudad iraquí. Los últimos yihadistas que resistían en el centro de la ciudad, utilizado a civiles como escudos humanos, se rindieron ayer después de que las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de Estados Unidos y enemigas de Turquía, tomaran el control de la plaza del Reloj, donde se celebraban las ejecuciones públicas, el Hospital Nacional y el estadio municipal. A media tarde, el último grupo de combatientes atrincherados dejó el hospital central y subió a un autobús para abandonar para siempre la ciudad.

En los últimos días más de 350 combatientes del EI depusieron las armas después de pactar su rendición con las milicias kurdas. «Podemos decir que el 99% de Raqa está limpia de terroristas del Daesh [acrónimo en árabe del EI], pero hay que acabar la operación del limpieza en el Hospital Nacional para destruir las minas y terminar con los últimos mercenarios», indicó Nuri Mahmud, portavoz de la principal milicia kurdosiria, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG). El portavoz de la coalicón internacional, en cambio, Ryan Dillon, se limitó a decir en Twitter que, «después de más de cuatro meses de operaciones, Raqa está despejada en más del 90%».

Ahora, al moribundo Estado Islámico, que en 2014 soñó con fundar un califato que se extendería por Oriente Medio, le queda una porción de la vecina Deir al Zur y un par de localidades en la frontera iraquí. Raqa ocupó siempre un lugar destacado para el EI, porque desde allí, junto con Deir al Zur, controlaba el río Éufrates, al igual que desde Mosul el Tigris. El deseo del «desaparecido» líder del EI, Abu Baker Al Baghdadi, era fundar su Estado sobre la cuenca de ambos ríos, la cuna de la civilización mesopotámica.

Cuatro largos meses de pesadilla yihadista para la población local de Raqa han terminado, pero no significa que vengan tiempos mejores. El futuro en Raqa podría derivar en una confrontación entre la población local árabe suní y las Fuerzas Democráticas Sirias, de mayoría kurda. No es un ningún secreto que el fin último de las milicias kurdosirias es anexionar el territorio conquistado en el noroeste de Siria a la región kurda de Rojava. De hecho, en los últimos meses las FDS formaron el Consejo Civil de Raqa, que ha asumido la tarea de administrar las partes liberadas de la localidad y del resto de la provincia. Esta decisión podría acarrear problemas en el futuro, ya que el Consejo Civil de Raqa no ha sido reconocido por los grupos opositores sirios ni por algunas tribus árabes de la zona, que reclaman un papel tras la reconstrucción de la urbe.

No obstante, las FDS fueron ayer las heroínas para los más de 3.000 civiles que seguían atrapados en el centro de la ciudad. Incluso muchos se habrán emocionado al ver ondear en la plaza del Reloj la bandera kurda en sustitución de la insignia negra del grupo yihadista. Allí los seguidores de Al Baghdadi llevaron a cabo decapitaciones, ejecuciones masivas, violaciones, secuestros y limpieza étnica. El grupo lapidó a las mujeres sospechosas de adulterio e infligió muertes atroces a homosexuales.

Raqa se convirtió en el destino a alcanzar para miles de yihadistas de todo el mundo, que acudieron a la llamada del Al Bagdadi. La estrategia de reclutamiento de los combatientes era ofrecer salarios muy superiores a la media en Irak, Siria y el resto de países de la región, de unos 400 dólares mensuales, además de una esposa y un apartamento amueblado.

La contienda militar que comenzó el 6 de junio ha dejado un total de 3.273 muertos, de los cuales 1.130 eran civiles. La mayoría han muerto por bombardeos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, según un informe del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). De acuerdo a los datos de esta organización, los bombardeos de la coalición internacional han matado a 270 niños.

Además de los fallecidos, la guerra contra el EI ha obligado a 240.000 vecinos de Raqa a huir de sus casas. Teniendo en cuenta que antes de que las huestes yihadistas de Al Baghdadi se hicieran con la ciudad del Éufrates había una población de 300.000 habitantes, esto significa que prácticamente la urbe se quedó vacía. El ansiado camino del retorno será una tarea ardua para los cientos de miles de desplazados que tendrán que esperar en sus destartaladas tiendas de campaña a que empresas y organizaciones internacionales comiencen el trabajo de reconstrucción de la destartalada ciudad.

Por su parte, el Ejército sirio y sus aliados controlan ya el 92,3% de la ciudad de Deir al Zur, uno de los últimos bastiones del EI en el país. El Observatorio Sirio destacó que los efectivos leales al Gobierno de Damasco efectuaron ayer un gran avance en esta población y conquistaron los barrios de Al Kanamat, Al Jasarat y Matar al Qadim, así como parte de Huiya Kataa, con la cobertura de la aviación rusa. La agencia de noticias oficial siria, Sana, informó también del «colapso» entre las filas de los radicales en Deir al Zur y en otras partes de la provincia del mismo nombre.