Irak
Las fuerzas especiales libias liberan la ciudad de Benina
Las fuerzas especiales del Ejército de Libia, comandadas por el general Wanis Bujamada, han liberado la ciudad de Benina, a tan solo 25 kilómetros de Benghazi, en el este del país, tras casi una semana de fieros combates con las distintas milicias que actúan en la zona.
“Hemos liberado Benina”, ha proclamado Bujamada sentado sobre uno de los pocos edificios que aún siguen intactos tras los duros enfrentamientos que han tenido lugar, sobre todo, por el control del cercano aeropuerto de Benghazi.
Las fuerzas especiales del Ejército, las más preparadas de los militares libios, lanzaron el pasado miércoles una ofensiva para arrebatar Benina a las milicias, algo que han conseguido, pero --a juzgar por el aspecto de la ciudad-- a un precio muy alto.
Al menos 70 personas han muerto y un reportero de Reuters que ha participado en el ‘tour’ organizado por las autoridades libias por los suburbios de Benina ha constatado que la mayoría de los edificios, incluidos hospitales, escuelas y mezquitas, están destrozados.
El elevado nivel de destrucción se explica por el uso de armamento pesado en los seis días de batalla en Benina, una de las más intensas desde la guerra civil que acabó con el régimen de Muamar Gadafi hace tres años. Se ha usado fuego de mortero, misiles e incluso bombardeos.
Los esfuerzos realizados en Benina se reflejan en el recelo que muestran ahora las fuerzas especiales libias para mantener la ciudad bajo autoridad. Han instalado puestos de control con tanques equipados con defensas antiaéreas.
Los combates siguen este martes en la cercana ciudad de Benghazi, epicentro del levantamiento contra Gadafi y ahora escenario de la lucha entre las milicias islamistas y el autodenominado Ejército Nacional Libio (ELN), comandado por el ex general Jalifa Haftar.
Entretanto, Trípoli sigue en manos de las milicias de la ciudad de Misrata, que el pasado mes de agosto se hicieron con el control del aeropuerto y con ello de la capital libia, instalando allí su propio Gobierno y Parlamento.
El Ejecutivo y el Congreso electos el pasado mes de junio tuvieron que trasladarse a la ciudad de Tobruk. La sede legislativa ha pactado con Haftar para intentar restaurar su autoridad en todo el territorio libia.
En medio de este caos, la comunidad internacional teme que Libia caiga de nuevo en una guerra civil de resultados imprevisibles tras la infiltración del Estado Islámico en el conflicto sirio y su ofensiva sobre el norte de Irak.
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