Política

Agitación civil

Las joyas del faraón o la farsa de la revolución

La Razón
La RazónLa Razón

La Fiscalía egipcia libró nueva orden de detención sobre el ya detenido Hosni Mubarak. El pasado sábado el ex mandatario prestó declaración en un expediente que se le sigue supuestamente por recibir valiosos regalos de uno de los periódicos más importantes del país como muestra de lealtad mientras estaba en el poder. En ello anda ocupada la revolución egipcia por estas horas.

El ex presidente está cumpliendo una sentencia a prisión perpetua tras ser declarado culpable por no evitar la muerte de varios manifestantes durante el levantamiento de 2011. Aunque hay una apelación pendiente sobre esos hechos que debía conocerse mañana y podría ponerlo en libertad. Precisamente, este nuevo expediente judicial lo que trata es mantener si no en la cárcel, al menos en el hospital militar al ex hombre fuerte del país evitando que pueda caminar por las calles si la corte de apelaciones se pronunciara a su favor por el caso anterior.

El nuevo expediente que investiga la justicia revolucionaria adicta al nuevo faraón Mursi parece poco sólido, pero más preocupado en relojes, bolígrafos, bolsos, cinturones y alguna joya de Mubarak que por las vidas perdidas en la plaza Tahrir. Así está dirigida la investigación, según lo describe hoy el periódico oficial «Al Ahram». El sitio web del periódico publicó un informe estimando el valor de los regalos en unos seis millones de libras egipcias, aproximadamente un millón de dólares. El nuevo directorio del periódico acusa a los directivos anteriores del diario de cohecho cuando el periódico fue dirigido por leales a Mubarak. Hay que recordar que la gestión actual ha cambiado y su directorio lo integran funcionarios leales a Mursi y a la Hermandad Musulmana. La supuesta lista de regalos y dádivas incluye a 36 beneficiarios con nombre y apellido, incluida Suzanne Mubarak, esposa del ex presidente, y sus dos hijos, junto algunos hombres de su confianza, entre ellos el ex ministro de Información, Safwat El Sherif y el ex primer ministro Ahmed Nazif.

Los fiscales hasta ahora han sido incapaces de condenar a Mubarak o su familia por cargos de corrupción, aunque sus dos hijos siguen siendo juzgados. Pero lo que llama poderosamente la atención en este nuevo expediente es que se instruye en un momento muy especial de revueltas en las que la gente ha manifestado su disconformidad con la reforma constitucional del nuevo régimen y la confianza en el presidente Mursi parece desmoronarse hora tras hora.