Combates
Las milicias progubernamentales iraquíes reclutan a niños para la operación sobre Mosul
Las milicias respaldadas por el Gobierno iraquí han reclutado a niños de al menos un campamento para desplazados en el Kurdistán con el fin de combatir contra el grupo terrorista Estado Islámico en la eventual operación para recuperar Mosul, según ha denunciado este martes Human Rights Watch (HRW). Testigos y familiares han contado a la ONG que dos milicias tribales --Hashad al Ashari-- reclutaron como combatientes a al menos siete menores en el campamento de Debaga el pasado 4 de agosto y se los llevaron cerca de Mosul, donde las fuerzas iraquíes preparan su asalto. Se espera que estas milicias, integradas principalmente por combatientes suníes locales, participen en dicha operación.
"El reclutamiento de niños como combatientes para la operación de Mosul debería ser un signo de advertencia para el Gobierno iraquí", ha subrayado el investigador para los derechos del niño de HRW, Bill Van Esveld. "El Gobierno y sus aliados extranjeros tienen que emprender acciones ahora, o habrá niños luchando en ambos lados en Mosul", ha añadido. HRW ha documentado con anterioridad que Estado Islámico ha reclutado y desplegado a menores en sus acciones.
El campamento de Debaga, situado a 40 kilómetros al sur de Erbil, acoge a unos 35.000 desplazados por la lucha del Gobierno iraquí contra Estado Islámico. Según dos personas que viven en él desde marzo, hay dos milicias que luchan contra Estado Islámico conformadas íntegramente por residentes del campo. Según han contado, dos grandes camiones llegaron en la noche del 14 de agosto y se llevaron a unos 250 nuevos reclutas, al menos siete de los cuales eran menores de 18 años, para unirse a uno de los grupos, comandado por Sheij al Jaburi. Testigos y otros residentes afirman que tanto los hombres como los chicos se ofrecieron voluntarios.
Un residente de Debaga ha contado a HRW que diez de sus hijos se habían unido a una milicia para el pasado marzo, días después de que llegaran al campo de desplazados. Uno de ellos tiene 15 o 16 años, ha precisado, mientras que otro que nació en 2001 "también se marchó pero le mandaron de vuelta porque decían que era demasiado pequeño".
El Protocolo Opcional de la ONU sobre la implicación de menores en conflictos armados, que Irak ratificó en 2008, prohíbe a los ejércitos y los grupos armados no estatales reclutar y usar a niños menores de 18 años.
Como partes en el conflicto, Estados Unidos y otros miembros de la coalición deberían presionar al Gobierno iraquí y a las milicias iraquíes para que dejen de reclutar a niños, desmovilicen inmediatamente a menores, trabajen para reintegrarles, y penalicen adecuadamente a los comandantes responsables de su reclutamiento.
"Estados Unidos debería presionar al Gobierno iraquí para asegurarse de que las tropas que está apoyando no tienen combatientes menores de 18 años en sus filas", ha reclamado Van Esveld. "La batalla por Mosul no debería lucharse con menores en las líneas de frente", ha defendido el experto de HRW.
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