Argentina

Latinoamérica aguarda el fin del kirchnerismo

Macri parte como favorito en los sondeos pero el oficialista Scioli pelea hasta el último voto. El continente mira hoy a las elecciones argentinas, que pueden cambiar la política de alianzas y equilibrios

Los candidatos Mauricio Macri (izquierda) y Daniel Scioli (derecha)
Los candidatos Mauricio Macri (izquierda) y Daniel Scioli (derecha)larazon

Más de 32 millones de argentinos protagonizarán hoy en las urnas el balotaje que definirá al sucesor de Cristina Fernández de Kirchner entre el oficialista Daniel Scioli (Frente para la Victoria) y el opositor de centroderecha Mauricio Macri (Cambiemos), un duelo sobre el cual gran parte de Latinoamérica puso sus ojos a la espera de un posible cambio en las relaciones de la región. Según los últimos sondeos difundidos hace ocho días (la ley argentina impide hacerlo después), Macri aparece como favorito para obtener el triunfo en los comicios presidenciales y enterrar, de ese modo, doce años de kirchnerismo en el poder. Las encuestas indicaron una ventaja de entre 5% y 10% a favor del todavía alcalde de Buenos Aires sobre Scioli, que se impuso en la elección general del pasado 25 de octubre por algo más de 2%. Sin embargo, los consultores privados, que ya fallaron sus vaticinios en la primera ronda electoral, cuando dieron como triunfador a Scioli por casi 10%, mencionaron también esta vez la posibilidad de que muchos indecisos alteren este panorama optimista para la oposición.

Macri, líder y fundador del partido PRO, lleva ocho años en el gobierno de Buenos Aires, la capital del país, y para afrontar el proceso electoral de 2015 con mayor oportunidades de victoria, selló una alianza con un amplio sector de la histórica Unión Cívica Radical (UCR), rival político del peronismo desde hace 70 años. La coalición de fuerzas opositoras pasó a llamarse Cambiemos y basó su estrategia en polarizar a la Argentina entre kirchneristas y antikirchneristas.

Macri parte como favorito en los sondeos pero el oficialista Scioli pelea hasta el último voto. El continente mira hoy a las elecciones argentinas, que pueden cambiar la política de alianzas y equilibrios

Enfrente, Scioli intentó primero mostrarse como el garante de las políticas de gobierno de Cristina Fernández, pero en los días siguientes a la primera vuelta buscó alejarse un poco del oficialismo y tratar de «escuchar» a todos los sectores de la sociedad. Ambos apuntaron sus discursos y propuestas de última hora a los más de 5 millones de votos que logró en la general el peronista opositor Sergio Massa con su partido UNA. Según los sondeos realizados por los dirigentes de esa agrupación, el 65% de sus adherentes son «antikirchneristas», condición que permitiría a Macri revertir la derrota sufrida el 25 de octubre y transformarla en una victoria aún así sorprendente. Si lo logra, significará el final del ciclo kirchnerista, un proceso que comenzó el 25 de mayo de 2003, cuando Néstor Kirchner asumió el mando del país con casi la mitad de su población desempleada y en la pobreza. Cuatro años después, Kirchner dejó, elecciones mediantes, a su esposa, Cristina Fernández, en el poder, una responsabilidad que ellla ha sabido sostener hasta hoy con algunos altibajos políticos y económicos y tras ser reelegida en 2011 con el 54% de los votos. Durante su etapa en el poder, el kirchnerismo logró fuertes alianzas diplomáticas y comerciales con Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia, mantuvo un conflicto bilateral con Uruguay, encaró diferentes acuerdos con China, Rusia e Irán y se despegó de Estados Unidos y, en menor medida, de Europa.

Macri prometió tejer una política internacional a la inversa: revisará algunos convenios con el gigante asiático y el Gobierno ruso; romperá el pacto entre Argentina e Irán para lograr la declaración judicial de los acusados de participar en el atentado terrorista a la Asociación Mutual Judía Argentina (AMIA), cometido en 1994 y que provocó 85 muertos; y se alejará del eje bolivariano del venezolano Nicolás Maduro y el indigenista Evo Morales. Anunció además que pedirá la liberación del opositor Leopoldo López y que el país abandone el Mercosur. Por su parte, Scioli dijo que sostendrá el rumbo diplomático del kirchnerismo. De hecho, se reunió y obtuvo el respaldo de varios líderes de latinoamericanos (Lula da Silva, Morales, Rafael Correa, Tabaré Vázquez y hasta los hermanos Raúl y Fidel Castro). Sin embargo, se ubicó lejos de Maduro y más cerca de Estados Unidos, Europa y el bloque que componen Chile, Perú y Colombia.

En cuanto al rumbo económico, Macri prometió aliviar las restricciones sobre las importaciones y la compra de divisa; aplicar medidas de control de la inflación, que ronda el 20% anual; e implementar cambios en la política de subsidios a las tarifas de los servicios públicos. Scioli propuso mantener el nivel actual de subsidios para no incrementar las tarifas; diseñar líneas de créditos hipotecarios para construir y comprar viviendas, uno de los principales déficits de Argentina; crear una «agencia federal de estadísticas» que mida la pobreza y la inflación; y fomentar la exploración de combustibles y la creación de nuevas centrales nucleares.

Pase lo que pase, el primer balotaje electoral del país aparece como decisivo para la historia nacional y regional.

Programa oficialista

- Economía. Propone mantener el nivel de subsidios sin subir las tarifas y descarta despidos en el sector público.

- Vivienda. Construcción de 250.000 viviendas anuales y exigir a los bancos que faciliten la obtención de hipotecas.

- Educación. Quiere garantizar al 100% la escolarización a los 4 años y aumentar el número de horas lectivas.

- Política exterior. Scioli reforzará las alianzas regionales actuales y luchará por incluir a Argentina en los BRICS.

Medidas de Cambiemos

- Economía. Mantendrá los subsidios aumentando las tarifas y promete luchar contra los nombramientos políticos.

- Vivienda. Urbanizar 800 asentamientos en ocho años y lanzar un millón de hipotecas públicas a precios reducidos.

- Educación. Escolarización de los niños de tres años mediante la construcción de 3.000 nuevas guarderías.

- Política exterior. Promete derogar el pacto con Irán, revisar los acuerdos con Rusia y distanciarse de Venezuela.