Elecciones en Francia
Le Pen inicia el asalto al Elíseo
La primera vuelta de las elecciones departamentales que se celebran hoy dan la victoria al Frente Nacional mientras los socialistas se descalabran
Entre los que no saben que hoy hay unas elecciones en Francia (uno de cada diez ciudadanos) y los que no piensan acudir a las urnas (57% según los últimos sondeos), la abstención puede convertirse una vez más en la reina de estos comicios departamentales. Pero si a nivel de la población, el interés por estas elecciones es escaso, a nivel político, la temperatura ha ido subiendo varios grados estos últimos días. Los socialistas intuyen una derrota dramática, que les llevará a perder como mínimo 20 de los 61 consejos que ahora controlan, pero podrían ser hasta 40. Manuels Valls sabe que sus adversarios le harán responsable de la derrota, y se ha implicado en cuerpo y alma, yendo de pueblo en pueblo, para estrechar manos, hacerse «selfies», beber un café o tirar una bola de petanca. Todo para movilizar al electorado de izquierda yendo «hasta el final» en su campaña de «estigmatización» del Frente Nacional. Eso es lo que dijo hace unos días en la Asamblea a la diputada del FN Marion Maréchal-Le Pen, que previamente había pedido al primer ministro que guardara su «desprecio cretino» y sus «lecciones de República» para los miembros de su partido.
Estas elecciones serán para la extrema derecha una nueva oportunidad de mostrar su implantación entre el electorado. Según los sondeos se va a convertir una vez más en el partido más votado en la primera vuelta de las elecciones: 29% el FN, 28% el binomio UMP-UDI (conservadores y centristas) y 19% para el Partido Socialista, según un estudio para la televisión parlamentaria LCP. Esto no quiere decir que los resultados finales le serán tan favorables, porque en la segunda vuelta, la mayoría de los departamentos irían a parar en manos de la UMP, como ya ocurrió con las alcaldías en las últimas elecciones municipales. Aun así las diez alcaldías que obtuvieron, han sido suficientes para servirles de escaparate y convencer a otros de que les voten.Según un sondeo reciente de Ifop, el 73% de los ciudadanos que tienen un alcalde del Frente Nacional están satisfechos con su gestión.
Los nuevos consejos departamentales (antes llamados cantonales) tienen atribuida la gestión de la acción social en su territorio, así como la construcción y mantenimiento de colegios y carreteras. El hecho de poder colocar un centenar de consejeros departamentales será un nuevo trampolín para la líder del FN, Marine Le Pen, de cara a las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán en 2017.
En esta campaña electoral que Manuel Valls ha planteado como un combate personal contra el Frente Nacional, la UMP y su presidente, Nicolas Sarkozy, han tenido difícil imponer su discurso. Ha sido criticado hasta en su propio campo por sus comentarios sobre la laicidad, mostrándose partidario de la prohibición del velo en la universidad o la supresión del menú alternativo al cerdo en los comedores escolares. Tampoco ha tenido mucho éxito su fórmula «FNPS », para significar que votar al Frente Nacional en la primera vuelta significa dejar que el Partido Socialista gane en la segunda. Esta fórmula es una mala copia de la que lleva utilizando años Marine Le Pen, la UMPS, para significar que no hay ninguna diferencia entre votar por conservadores o socialistas. Aun así, Sarkozy podrá arrebatar a los socialistas todos los consejos departamentales que éstos pierdan porque las diferentes izquierdas se presentan en orden disperso y podrían quedar eliminados en la primera vuelta.
Estas elecciones son las primeras que se celebran después de la reforma territorial. Los cantones ahora se llaman departamentos, algunos han sido fusionados y las listas son binominales y estrictamente paritarias lo que servirá para feminizar, al menos a nivel local, la política francesa.
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