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Londres asume la deuda de Escocia

La Razón
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El Gobierno de David Cameron se comprometió ayer a asumir como propia toda la deuda soberana emitida por Reino Unido hasta la celebración del referéndum sobre la independencia de Escocia el 18 de septiembre. Según un documento divulgado por la oficina gubernamental, el Tesoro cumpliría con los términos contractuales de la deuda –1,4 billones de libras (1,6 billones de euros)–, incluso aunque los escoceses votaran a favor de cortar el cordón umbilical que los mantiene unidos a Londres desde 1707.

En caso de que los escoceses votaran a favor del «sí» en el plebiscito, no se transferiría a la nueva nación una parte de la deuda pendiente, sino que se le haría responsable de una parte «justa y proporcionada» de las obligaciones británicas y los términos del reembolso estarían sujetos a una negociación entre los dos gobiernos.

El líder nacionalista, Alex Salmond, cantaba después victoria y aseguraba que la decisión los hacía «aún más fuertes». Pero lo cierto es que la postura de Cameron no ha pillado por sorpresa y todos los analistas coinciden en que la medida ha sido anunciada en un intento de calmar a los mercados en la fase previa al referéndum. Según los expertos, la percepción de un aumento de riesgo de incumplimiento de deuda podría impulsar al alza los costes de endeudamiento en los meses previos a la consulta. Además, en caso de secesión, serían los propios mercados los que probablemente forzarían a pagar a una Escocia independiente 1,5 puntos porcentuales más que los que paga Londres por un préstamo.

Por más que los separatistas quisieran ver el movimiento como una pequeña batalla, el Tesoro británico no cree que su compromiso vaya a debilitar su posición negociadora. En este sentido, sigue sin ceder a las peticiones de Alex Salmond de seguir compartiendo la libra en caso de secesión.

En el referéndum se preguntará a los mayores de 16 años: «¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o no». De ganar la opción de la independencia, Escocia se declararía Estado el 24 de marzo de 2016, un día después de disolver el Parlamento, y en mayo convocaría las primeras elecciones de la Escocia independiente.

El Instituto de Estudios Fiscales ya ha advertido de que, en caso de secesión, se tendría que recortar su gasto un 5,4% para alcanzar los objetivos de la UE. Además, para que el nivel de deuda pueda ser sostenible, a principios de 2020 se tendrían que recaudar 6.000 millones de libras, es decir, el doble de lo que hasta ahora siempre había prometido Salmond. El reputado «think tank», lejos de la imagen idílica que viene vendieno Salmond, presentó a un país que tendría que afrontar, por un lado, la caída de los ingresos derivados del petróleo y del gas del Mar del Norte; por otro, los problemas y la presión en muchas áreas del gasto público de una población cada vez más envejecida. Las perspectivas bajas de migración significan que el porcentaje de mayores de 65 años aumentaría del 16,1% actual al 27,7% en 2062, en comparación con el aumento del 15,9% al 25,4% para Reino Unido en su conjunto.