Los 28 se citan en Bruselas para elegir a la cúpula de la nueva Unión Europea

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho vuelven a reunirse hoy en Bruselas en una cumbre extraordinaria para elegir la cúpula del Ejecutivo comunitario y debatir la actuación de la Unión Europea en crisis como la de Ucrania-Rusia, Oriente Próximo o Irak, que han marcado la actualidad política durante el verano. España aspira a encontrar consenso para que el ministro de Economía, Luis de Guindos, sea el próximo presidente del Eurogrupo, después de que la canciller alemana, Ángela Merkel, mostrara su apoyo al candidato español tras el encuentro con el presidente Mariano Rajoy en Santiago de Compostela.

La Cumbre comenzará con el encuentro formal entre el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y el presidente electo de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Después del intercambio de pareceres entre ambos se procederá a elegir al nuevo presidente del Consejo y al Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Para sustituir al presidente actual del Consejo, Herman van Rompuy, se barajan los nombres de la primera ministra danesa, Helle Thoning-Schmidt, y del ministro polaco Donald Tusk. Desde que se comenzó a especular sobre los candidatos, la danesa ha sido la gran favorita. Sin embargo, en los últimos días ha cogido fuerza la candidatura de Polonia. La UE tiene que dar protagonismo a los países del este, que siempre han sido los grandes olvidados en el reparto de poderes.Puede ser una estrategia para que el cargo de Alto Representante para recoger el legado de la británica Catherine Ashton recaiga sobre la candidata italiana Federica Mogherini. Los países del este no aceptarían a la candidata de Renzi por su actitud «pro-Kremlin» si no se les ofrece un puesto de peso a cambio. Otros nombres para representar a la diplomacia europea son la actual comisaria de Cooperación Internacional, la búlgara Kristalina Georgieva, o el ministro polaco Radoslaw Sikorsi. En cuanto a la presidencia del Eurogrupo, el cargo concluye a mediados de 2015 y, aunque se espera que puedan apuntar a España para el próximo mandato, tanta especulación para un puesto que no está vacante de inmediato está provocando al actual presidente. El socialdemócrata holandés Jeroen Dijsselbloem sucedió a Jean-Claude Juncker en 2013 con el único voto en contra de España. Fue el propio De Guindos quien protestó de esta forma por considerar que España no estaba representada en los altos cargos económicos de la UE. Y esto es lo que busca para este año. El apoyo de Merkel a Rajoy para que De Guindos sea el próximo presidente del Eurogrupo no ha sentado nada bien al holandés, que se aferra a sus dos años de mandato. «Sé seguro que estaré todavía un año. No vamos a repartir puestos que no están vacantes», apostilló. En tono serio, el ministro dijo que España «cree tener derecho a algo, pero no lo tiene». Sólo podría adelantar la salida del ministro de Finanzas holandés que Juncker le llamara para formar parte de su nuevo equipo en la comisión, aunque son bien conocidas sus desavenencias. El cambio entonces tendría que esperar hasta agotar mandato, sobre la base de ser un cargo temporal y no permanente como hasta ahora.

Juncker será quien decida y presentará el puzle de la nueva Comisión a principios de septiembre. En esta quiniela entraría el ex ministro Miguel Arias Cañete para optar por una cartera económica como la de Comercio. El sudoku tiene que representar los intereses del norte y del sur, de la izquierda y la derecha y en esta nueva Comisión, más que nunca tienen que cobrar protagonismo las mujeres. El Parlamento Europeo podría tumbar una Comisión que no cuente con más de las nueve comisarias del equipo de Barroso.