Portugal

Los conservadores portugueses recomponen su alianza tras una jornada negra

Los dos partidos conservadores de Portugal negocian la recomposición urgente de su alianza de Gobierno tras la jornada negra para la Bolsa y la deuda lusa que causó la sorpresiva salida del Ejecutivo del líder de los democristianos, Paulo Portas.

El propio dimisionario y número dos del Gobierno abrió anoche las conversaciones para encontrar la "solución"que garantice la gobernación del país con la presencia de su partido en el Ejecutivo de Pedro Passos Coelho, donde continúan en sus puestos los otros dos ministros democristianos.

Passos Coelho manifestó el miércoles su confianza en que habrá un acuerdo para mantener la mayoría parlamentaria que sustenta el Gobierno y que aprueba, además, las duras medidas del rescate financiero luso.

La crisis ministerial del Ejecutivo conservador, que acaba de cumplir dos años de mandato, tiñó de rojo el miércoles los mercados europeos, hizo bajar la bolsa de Lisboa el 5,3 % y disparó al 8 % el interés del bono luso a diez años.

Mientras, la oposición de izquierda arreció sus exigencias de elecciones anticipadas, que según las últimas encuestas serían un desastre para los conservadores.

Los sondeos de opinión muestran desde hace meses un gran desgaste del Gobierno por las medidas del rescate y apuntan a la vuelta al poder del Partido Socialista y a una subida del caudal de votos de las tres fuerzas marxistas minoritarias en el Parlamento luso.

La principal de ellas, el Partido Comunista, llamó a los ciudadanos a manifestarse contra Passos Coelho y reunió ayer a cerca de un millar de personas en el centro de Lisboa.

El mayor sindicato luso, la CGTP, de la misma línea política, convocó otra protesta el próximo sábado ante la residencia del jefe el Estado, el también conservador Aníbal Cavaco Silva, para exigirle que disuelva el Parlamento.

Cavaco se reúne hoy con el primer ministro en el segundo de sus contactos políticos sobre la crisis de Gobierno.

Ayer habló con el líder de la oposición, el socialista Antonio José Seguro, que a la salida de la audiencia insistió en reclamar comicios anticipados y pidió que sean el 29 de septiembre, en coincidencia con las previstas elecciones municipales.

Pero las conversaciones que ya sostienen el Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP, democristiano), que preside Portas, y el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) de Passos Coelho, auguran una salida negociada a la crisis.

La sorpresiva renuncia de Portas al ministerio de Exteriores y la reacción que causó en los mercados pilló por sorpresa a los propios dirigentes de su partido, que en algún caso no dejaron de filtrar su descontento a los medios lusos.

El dimisionario no hizo ninguna aparición pública y tras varias horas de reunión de la cúpula del partido otro de sus dirigentes, Luís Queiró, anunció, en tono conciliador y de responsabilidad con el cumplimiento del programa de rescate, la voluntad de buscar una solución "viable"de gobernación.

Portas renunció descontento porque Passos Coelho sustituyó sin consensuarlo con él, al ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, que renunció un día antes, entre otras razones, por las maniobras del líder democristiano contra algunas de sus medidas de austeridad, según dejó traslucir en una carta de renuncia.

El CDS-PP pide ahora que se garantice la "utilidad"de su contribución al Ejecutivo.

Pero Passos Coelho ya aseguró el lunes al país que hará todo lo posible para proteger la estabilidad del Gobierno y cumplir el programa del rescate financiero concedido hace dos años por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).