Política

Guerra en Siria

Los islamistas mantienen abierto el frente libanés

Dos israelíes observan los daños causados por un cohete
Dos israelíes observan los daños causados por un cohetelarazon

La calma se vio alterada ayer a media tarde en el norte de Israel al oírse en las inmedicaciones de Acre y Naharia alarmas que indicaban a la población buscar refugio. Acto seguido, fuertes estruendos confirmaron que el sonido que había cortado el aire no se debía a un desperfecto en el sistema de advertencia antiaérea, sino a una amenaza concreta y verdadera: misiles disparados desde el vecino territorio de Líbano habían impactado en Israel. Fuentes de seguridad israelíes confirmaron que cuatro «Katyushas» fueron lanzadas desde las inmediaciones de la ciudad de Tiro en el sur libanés, siendo una de ellas interceptada por la batería antimisiles «Cúpula de Hierro». Pero la protección no fue perfecta. Otros dos misiles cayeron en localidades pobladas sin que la Cúpula lograra destruirlos a tiempo. En dos localidades del norte, ciudadanos israelíes miraron con estupor los vidrios rotos y las esquirlas en las paredes de sus casas. «No vivíamos algo así desde la segunda guerra en Líbano», comentaron. Tel Aviv aclaró que ve en el Gobierno de Líbano y sus Fuerzas Armadas a los «responsables» del ataque. El pensamiento casi inmediato en Israel cuando es atacado desde territorio libanés es culpar a la organización chií proiraní Hizbulá. Fuentes de la inteligencia israelí, sin embargo, estiman que detrás del ataque pueden estar elementos de la yihad mundial, que busquen precisamente complicar a Hizbulá, a quien combaten en Siria.