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Los judíos alemanes, preocupados ante las nuevas formas de antisemitismo

Judíos rinden homenaje tras el atentado contra la tienda de alimentación en París Hyper Cacher el pasado mes de enero.
Judíos rinden homenaje tras el atentado contra la tienda de alimentación en París Hyper Cacher el pasado mes de enero.larazon

Los judíos alemanes no tienen miedo, pero sí están preocupados ante las nuevas formas de antisemitismo que detectan en el país marcadas en muchas ocasiones por el conflicto de Oriente Medio y con ejemplos en distintas partes de Europa, como los recientes atentados de París y Copenhague.

En Alemania el tema toca un nervio muy sensible, pues la defensa de la vida judía en el país es prácticamente un asunto de estado que, al igual que el parlamentarismo y la democracia, sirve para marcar distancias frente al pasado nazi.

Consultado por Efe, el presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Joseph Schuster, considera que, si bien no se puede hablar de una nueva ola de antisemitismo, el fenómeno ha adquirido "una nueva dimensión".

"La amenaza que representan los terroristas islamistas ha crecido. Los atentados de París y Copenhague nos han dejado claro, no sólo a los judíos sino a toda la gente en Alemania, lo cerca que está la amenaza terrorista", agregó.

La crítica a Israel comenzó a ser utilizada para canalizar sentimientos antisemitas el pasado verano, en algunas de las manifestaciones convocadas en protesta contra los bombardeos sobre Gaza.

Uno de los casos más radicales se registró en una mezquita del barrio berlinés de Neukölln, con gran porcentaje de población musulmana, donde hubo llamamientos al asesinato de judíos.

Los atentados de París y Copenhague han llevado a muchos judíos y también a los medios de comunicación alemanes a repasar los incidentes antisemitas en el país en los últimos meses, desde ataques a personas individuales, hasta la profanación de tumbas en cementerios judíos.

Sólo en Berlín, según estadísticas de la policía, se registraron en 2014 un total de 192 incidentes antisemitas.

Schuster admite que los judíos están preocupados y, aunque dice que no hay miedo ni pánico, ha recomendado prescindir del uso de la "kipá"en determinadas zonas con gran porcentaje de población musulmana.

El alcalde de Berlín, Michael Müller, ha tratado de calmar los ánimos diciendo que un judío se puede mover por todas las zonas de Berlín sin temor alguno.

"No puedo confirmar esa impresión", sostiene Schuster confrontado con esa declaración.

"Lamentablemente, 70 años después de la Shoa hay barrios en ciudades alemanas en los que llevar la "kipá"o una estrella de David se ve como una provocación y puede desencadenar ataques", explica.

Otras medida de seguridad del Consejo Central de los Judíos es enviar la correspondencia a sus miembros y simpatizantes en sobres neutrales y sin membretes, para evitar susceptibilidades.

Estas sencillas iniciativas reflejan un ambiente que ha llevado a al primer ministro israelí, Benjamin Netanyau, a invitar a los judíos europeos a emigrar a Israel, un ofrecimiento que ha renovado en Alemania el embajador israelí en Berlín, Jakov Hadas-Handelsmann.

"No envidio a los judíos que ahora viven en Europa", dijo Hadas-Handelsmann en una reciente entrevista.

Sin embargo, pese a esas invitaciones -que también han formulado otros gobiernos israelíes en el pasado-, Schuster no cree que vaya a darse una ola de emigración hacia Israel.

"No cuento con ello. Entiendo plenamente las razones de quienes quieran emigrar a Israel. En Alemania puede que algunos lo hagan, pero las razones suelen ser de otro tipo, con frecuencia son motivos religiosos", dijo Schuster

La canciller alemana, Angela Merkel, y el ministro de Justicia, Heiko Maas, han garantizado en las últimas semanas en varias comparecencias públicas que los organismos del estado harán todo lo posible para proteger a los judíos en Alemania de posibles ataques.

Sin embargo, Maas ha admitido también que "mientras las sinagogas y las escuelas judías tengan que recibir protección policial seguiremos todavía muy lejos de una convivencia normal".

Sólo en Berlín, donde la comunidad judía está compuesta por alrededor de 11.000 miembros, hay cerca de 60 edificios con protección policial las 24 horas del día y 350 agentes dedicados a esa labor.