Política

Elecciones en Egipto

Los militares buscan legitimarse en las urnas

Los egipcios votan hoy y mañana en referéndum una Constitución no islamista

Los militares buscan legitimarse en las urnas
Los militares buscan legitimarse en las urnaslarazon

Las calles de El Cairo están tapizadas por carteles verdes que muestran la casilla verde del «naam» (sí) para que los egipcios tengan muy claro la que tienen que marcar en el referéndum constitucional que se celebra hoy y mañana y al que están llamados más de 50 millones de egipcios. Las autoridades interinas han puesto en marcha una potente campaña para garantizar que el plebiscito sea un éxito y que el borrador de Constitución sea aprobado con un amplio apoyo y una elevada participación, ya que de ello depende su legitimidad y continuidad en el poder. Un amplio dispositivo de seguridad ha sido desplegado en el país para garantizar el buen trancurso de la votación. 160.000 militares y 100.000 agentes de las fuerzas de seguridad vigilarán los más de 30.000 centros electorales que estrán abiertos doce horas (desde las nueve de la mañana). El jefe de las Fuerzas Armadas, el general Al Sisi, ha autorizado a los militares a auto a emplear cañones de agua y gases lacrimógenos contra aquellos manifestantes que pretendan alterar el orden.

Por su parte, la mayor parte de las fuerzas políticas y de los grupos sociales respaldarán la nueva carta magna, destinada a sustituir a la islamista, la cual quedó suspendida después del golpe de estado del 3 de julio contra los Hermanos Musulmanes. Éstos, lógicamente, rechazan todo el proceso constituyente y han llamado al boicot junto a otros aliados islamistas, pero las autoridades egipcias han conseguido el apoyo incluso de los más radicales: el partido salafista Al Nur, el cual consiguió introducir en la anterior constitución un artículo que abría la puerta a la aplicación de la «sharia» (ley islámica) de forma estricta, está haciendo campaña a favor del «sí». A pesar de que ese artículo haya sido eliminado y de que el nuevo texto establece que Egipto tiene un sistema de gobierno no religioso, Al Nur acabó cediendo a las presiones de los laicos que dominaron en esta ocasión la asamblea constituyente.

Por su parte, la minoría cristiana, que representa cerca del 10% de la población, tiene fe en que la nueva constitución garantizará mejor sus derechos y mejorará su situación. En esta «segunda oportunidad», las tres principales comunidades cristianas del país participaron en la redacción de la constitución, en la que se recogen algunas mejoras y avances respecto a las minorías religiosas. «Se da una mejora de los derechos fundamentales, no sólo de los cristianos, sino de todos los ciudadanos egipcios», asegura a LA RAZÓN Padre Antonius, que participó en la Asamblea Constituyente como representante de la Iglesia católica. En el borrador se recoge, por primera vez, una de las grandes demandas de los cristianos, la cual siempre ha estado en el origen de graves tensiones sectarias: el derecho de construir y remodelar sus templos al igual que lo hacen los musulmanes. Esto tendrá que ser regulado por ley, pero Padre Antonius confía en que habrá voluntad política para desarrollar y aplicar una nueva norma más favorable que la actual. En el borrador también se establece que los cristianos tendrán que tener representación parlamentaria «justa». Los fieles se movilizarán para votar a favor de la nueva constitución egipcia, al igual que hace un año lo hicieron para rechazar la Constitución redactada y aprobada de forma unilateral por las fuerzas islamistas. Los líderes religiosos y agrupaciones cristianas han pedido el «sí», incluido el Papa de la Iglesia Copta, Tauadrus II, así como los principales clérigos musulmanes.

Con el Gobierno y la opinión pública abiertamente hostil hacia los Hermanos Musulmanes, incluso aquellos que no están totalmente de acuerdo con el contenido de la constitución, la apoyarán en las urnas para mostrar su apoyo a las autoridades y a la hoja de ruta diseñada por los militares. Uno de los puntos más polémicos y que más detractores tiene es el artículo relativo a los juicios castrenses para civiles: a pesar de la lucha de los movimientos pro derechos humanos, la Constitución sigue permitiendo que los civiles sean juzgados por la vía militar en algunas circunstancias. Este y otros artículos relacionados con el papel y los privilegios del Ejército han hecho que algunos grupos y partidos minoritarios rechacen el nuevo texto, como el movimiento «6 de Abril», que lideró la revolución contra el ex presidente Hosni Mubarak en 2011 y que teme una vuelta a la dictadura, bajo el yugo de los militares, que han conseguido mantener su estatus e incluso reforzarlo en el nuevo borrador.

Los pocos que se han atrevido a pedir el «no» en el referéndum han sido acosados por las autoridades, que buscan una victoria clara del «sí» y no han permitido otras opciones. El partido islamista moderado Egipto Fuerte anunció ayer que no participará en el referéndum después de que varios de sus miembros fueran arrestados por estar haciendo campaña a favor del «no». Human Rights Watch ha denunciado este incidente, en medio de la creciente represión de cualquier voz disidente y de la ausencia de propaganda electoral por el «no». «Los egipcios deberían poder votar libremente, a favor o en contra de la constitución», señaló el grupo en un comunicado.

Los datos del voto por correo ya han adelantado una incipiente conclusión sobre la participación en esta cita: 103.000 egipcios residentes en el extranjero han entregado su voto, lo que supone el 15% de este grupo, un dato que contrasta con el 40% que participó en el de 2012.