Estados Unidos
Los «narcosobrinos» de Maduro niegan los cargos de EE UU
Su respuesta ante el juez fue en español: «No culpable». Efraín Antonio Campo Flores, ahijado de Cilia Flores, la esposa de Maduro, y Francisco Flores de Freitas, sobrino político del presidente venezolano, declararon ayer ante la Justicia de Estados Unidos acusados de conspirar desde octubre para exportar cocaína a Estados Unidos desde Honduras. Efraín entró llorando en la sala de la audiencia del Tribunal de Manhattan. Estaba nervioso y le tembló la voz al declararse inocente ante el juez Paul Crotty. Su primo Francisco Flores de Freitas, que también fue detenido en la misma operación de Haití en noviembre pasado, contestó lo mismo: «No culpable», aunque se mostró mucho más sereno e incluso durante su comparecencia intercambió guiños con Efraín.
Es la segunda ocasión que los ya conocidos como los «narcosobrinos» de Maduro comparecen ante el juez en Nueva York. La próxima vista será el 29 de febrero. Su primera audiencia fue el pasado 12 de noviembre, cuando el juez Paul Crotty ordenó su ingreso en prisión sin fianza ante el riesgo de fuga después de que el día anterior fuesen detenidos en Haití en una operación antidroga, cuando intentaban exportar a Estados Unidos, al menos cinco kilos de cocaína y otras sustancias ilegales. En caso de ser declarados culpables en el juicio, los acusados se enfrentan a una pena máxima de cadena perpetua.
La vista de ayer se produjo después de un aplazamiento inicial a instancia de los abogados de los sobrinos de Maduro, que solicitaron el acceso a determinadas grabaciones y comunicaciones, utilizadas por los fiscales para montar su caso. Fuentes consultadas por LA RAZÓN confirmaron que este material ha sido determinante para llevar este caso ante el tribunal, en las que los acusados ofrecerían detalles de la operación para introducir la droga en Estados Unidos. Ayer Campos Flores anunció por sorpresa un cambio de representación legal, lo cual podría corresponder a otro movimiento para continuar con los intentos de retrasar el procedimiento lo máximo posible. Por este motivo, el juez le designó un letrado de oficio, Kafahni Nkrumah, el cual explicó a la salida que su cliente está «muy nervioso» y sometido a una gran presión. Como estaba previsto, Nkrumah solicitó al juez 60 días para prepararse el caso debido al volumen del legajo judicial. El letrado de Campo Flores evitó hacer comentarios sobre la posibilidad de que el parentesco con Maduro pueda perjudicarlo, y se limitó a señalar que está «al día de lo que comentan los periódicos». Además, afirmó a los periodistas desconocer que exista una negociación con la fiscalía federal para llegar a un acuerdo sobre la pena a los acusados. Por su parte, su primo Francisco Flores seguirá representado por los abogados Vincent Sourland y Jonathan Marvini.
Precisamente, esta comparecencia ante el juez en Manhattan se produce poco después de que desde Caracas el Gobierno venezolano hubiese criticado las investigaciones abiertas en Estados Unidos contra el jefe de la Guardia Nacional, Néstor Reverol. El régimen considera que este tipo de iniciativas «obedecen a intereses subalternos» y equivalen a «terrorismo judicial y policial». Estados Unidos ha acusado formalmente a Reversol de recibir dinero de narcotraficantes a cambio de información sobre las operaciones antidrogas.
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