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Los neonazis podrían estar detrás del robo de la puerta de Dachau

A la izquierda, la puerta robada. A la derecha, se aprecia el hueco dejado.
A la izquierda, la puerta robada. A la derecha, se aprecia el hueco dejado.larazon

La policía alemana informó hoy de que cuenta con "primeros indicios"sobre el robo de una de las históricas puertas del antiguo campo de concentración de Dachau, en el sur de Alemania, y señaló que estudia, entre otras posibles opciones, un eventual trasfondo neonazi en el crimen.

No obstante, las fuerzas de seguridad no cuentan con pruebas concretas, subrayó el director de la inspección policial de Dachau, Thomas Rauscher, al informar del robo denunciado ayer por los responsables del Centro conmemorativo erigido en el recinto del antiguo campo de exterminación nazi.

"Esta profanación es horrible y chocante. El que lo ha hecho está enfermo o es un malvado, o probablemente ambas cosas", denunció el presidente del Consejo central de los judíos en Alemania, Dieter Graumann, que se mostró consternado.

También Piotr Cywinski, el director del centro conmemorativo del antiguo campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en territorio de Polonia, calificó el robo de "atentado contra un símbolo"y "contra el recuerdo".

Para Ludwig Spaenle, el ministro de Cultura de Baviera, estado federado en el que se encuentra Dachau, "la gravedad del atentado es única".

Los responsables del centro memorial en el antiguo campo de concentración nazi denunciaron ayer el robo de la puerta de hierro forjado con la inscripción "Arbeit macht frei"(El trabajo libera).

Según fuentes policiales citadas por los medios locales, el robo de la estructura, que mide uno por dos metros y forma parte de un portalón situado en las cercanías de la entrada principal del recinto, tuvo lugar durante la madrugada.

El complejo carece de cámaras de vigilancia y la policía deduce que los ladrones pudieron utilizar un vehículo para transportar la puerta.

En diciembre de 2009 desapareció de la entrada principal de Auschwitz, en el sur de Polonia, el letrero con la inscripción "Arbeit macht frei".

La policía lo encontró tres días después y detuvo a los autores del robo; el considerado cerebro del delito, el antiguo líder neonazi sueco Anders Hoegstrem, fue condenado a dos años y ocho meses de prisión.