Caracas

Maduro destituye a Salas forzado por la cúpula militar

En un tenso gabinete, los militares exigieron la salida del vicepresidente económico ante el peligro de colapso por la escasez y la inflación

Nicolas Maduro y Miguel Perez Abad
Nicolas Maduro y Miguel Perez Abadlarazon

En un tenso gabinete, los militares exigieron la salida del vicepresidente económico ante el peligro de colapso por la escasez y la inflación

Las presiones internas en el Gobierno venezolano forzaron a Nicolás Maduro a destituir a su vicepresidente económico, su apuesta personal, Luis Salas, apenas cuarenta días después de su designación. «La decisión de retirar a Salas se tomó en el gabinete celebrado el pasado fin de semana, donde se produjo un fuerte enfrentamiento entre Maduro y el estamento militar y en el que el presidente amagó con su renuncia», aseguró ayer a LA RAZÓN una fuente próxima al régimen venezolano asistente a la citada reunión y que prefiere mantenerse en el anonimato.

Al parecer, el sector pragmático del ala militar del régimen presionó para sustituir a Salas –un economista radical– frente a los designios de la facción civil liderada por Maduro. El hombre fuerte del sector militar, Diosdado Cabello, partícipe en el encuentro, «no quiso intervenir» y dejó que se impusieran los suyos. Las razones personales que alegó el polémico ministro de Economía para explicar su dimisión fueron tan sólo un pretexto. «La vicepresidencia de economía productiva es un espacio estratégico que requiere presencia las 24 horas. Motivos personales me impiden dedicárselo de aquí en adelante», escribió el profesor a través de Twitter, mientras que Maduro agradeció su «esfuerzo afrontando situaciones de carácter familiar».

Su puesto lo ocupará el hasta ahora ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad, que como Salas fue nombrado en la remodelación del Gabinete a comienzos de enero. El nuevo ministro de Economía, un pragmático que trabajó en el sector privado, ha suscitado una reacción positiva entre los empresarios. El presidente de la patronal venezolana Fedecámras, Francisco Martínez, celebró el cambio como una señal de que las medidas irán en una «dirección diferente», pero advirtió de que espera que no sean ideas «trasnochadas». Sin embargo, para el analista Emilio Nouel el nuevo responsable económico «tiene poco margen de maniobra», debido a una galopante crisis económica que deja a diario situaciones insólitas. Por ejemplo, a partir de ayer los centros comerciales que no posean una planta eléctrica reducirán su horario de apertura de doce del mediodía a siete de la tarde. Una medida de ahorro acordada por la Cámara Venezolana de Centros Comerciales y el Ministerio de Energía Eléctrica. Ante los acuciantes problemas de escasez, Maduro «sigue esperando un milagro», apunta Nouel. El presidente bolivariano ha reavivado su encrucijada contra el sector privado y la llamada «guerra económica» en lugar de dar respuestas concretas. Su «plan de emergencia» para reactivar la economía productiva a través de nueve motores de trabajo no ha surtido efectos. Así lo ratifica la revista «Tal Cual» en un duro artículo titulado «Nicolás sigue apagado», que destaca que el dirigente «no está a la altura de las circunstancias». A comienzos de febrero, Maduro atacó de nuevo al presidente de Empresas Polar –la principal compañía alimentaria–, Lorenzo Mendoza. «Llamo al apoyo de ustedes, no permitamos que Lorenzo Mendoza siga saboteando la economía del país», una amenaza que según algunas fuentes podría concretarse en un arresto.