Maduro se bate ahora contra el complot del papel higiénico

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no duda en culpar a la oposición de cualquier contrariedad. La última: la escasez de papel higiénico. Para paliar la situación, anuncia un «plan superior» de urgencia que consiste en importar 50 millones de rollos con los que «abatir una campaña mediática» de los enemigos del chavismo que promueve la demanda «excesiva» del producto. En otras palabras, el presidente acusa además a los venezolanos de malgastar papel en su higiene para desgastar al régimen.

Y la situación se agrava. La profunda escasez de alimentos en Venezuela se ha intensificado al grado de que los ciudadanos comienzan a protagonizar altercados y largas filas en busca de productos básicos. El desabastecimiento es tal que cuando los escasos cargamentos de alimentos llegan a los mercados, los clientes se disputan las compras y protagonizan estampidas como la vivida ayer en la ciudad de Maracaibo, en la que el objetivo era llevarse alguna pieza de pollo a la cesta.

«Sobredemanda»

La respuesta del Gobierno es atribuirlo todo a un complot de la oposición, un «oscuro» plan de acaparar las reservas de papel para hacerlo desaparecer y «derrocar» así a Maduro. Por el contrario, los sectores empresariales y la oposición consideran que la situación es consecuencia de las políticas de control de precios y cambios, que espanta a los inversores extranjeros. Respecto al papel higiénico, el ministro de Comercio, Alejandro Fleming, insiste en que «no hay deficiencia en la producción», prevista para un «consumo mensual de 125 millones de rollos», pero que ahora registra una «sobredemanda» que requiere «40 millones más».

Fleming ha prometido el preciado cargamento, pero sospechosamente no ha precisado cuándo llegará, ni a quién ni por cuánto ha sido comprado. «La revolución traerá al país el equivalente a 50 millones de rollos de papel higiénico para que nuestro pueblo se tranquilice y comprenda que no debe dejarse manipular por la campaña mediática de que hay escasez», indica.

En paralelo, el presidente, Nicolás Maduro, y Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, se reunieron para resolver la crisis de abastecimiento. «Intercambiams opiniones sumamente útiles para el bienestar y la tranquilidad de la población venezolana. Lo importante es que se produzca a plena capacidad por parte de todas las empresas del mercado de alimentos y el compromiso que hay de que a través del diálogo, la generación de confianza y el conocimiento y la comunicación abierta y fluida, dejemos de lado todo lo que tiene que ver con ataques infundados y malintencionados, envidias, complejos que se presentan en situaciones de éstas», señaló Mendoza en conversación telefónica a LA RAZÓN. Mendoza insistió en desmarcarse de supuestas intenciones políticas. Empresas Polar cuenta con 30 plantas industriales y más de 150.000 puntos de venta, según datos de la compañía, que genera unos 30.000 empleos directos y 180.000 indirectos. Cuando Hugo Chávez vivía y gobernaba, reiteró sus amenazas contra Polar, a la que ya expropió unos galpones en medio de un discurso en el que le declaró la «guerra a la oligarquía». A su imagen y semejanza, Maduro afirma que los responsables de la patronal y del comercio buscan «desestabilizar» el país y derrocar la revolución, en tanto que los gremios lo culpan de empeñarse en destruir el aparato productivo y beneficiar a otros países con importaciones masivas de alimentos y otros enseres.

El anuncio de la importación de papel se produce horas después de que Maduro calificara de «falla imperdonable» el hallazgo en estado putrefacto de 36.000 toneladas de alimentos importados. A esto habría que añadir otros 800 contenedores más que, por negligencia o corrupción, se dejaron pudrir, según la Prensa.

Pañales, neveras, lavadoras... En la década anterior, Chávez vendió en televisión todo tipo de productos. «¡Señora, señora! Si usted quiere que su hijo sea mucho más lindo de lo que ya es, no le ponga cualquier pañal importado... Aaaay, cuidado». Por ejemplo, cuando en 2009 Chávez aprovechaba su espacio en la televisión pública –«Aló presidente»– para destacar las «enormes ventajas» de los nuevos «pañales socialistas» de producción nacional.

Fabricados con tecnología china, eran parte de uno de los 52 proyectos del Estado para «la transformación de materia prima en productos de usos finales de la revolución petroquímica». Chávez destacaba entonces que Venezuela necesitaba 1.300 millones de pañales desechables al año, de los que la mitad los fabricaría la Empresa Estatal Socialista Pañales. Ahora Maduro estaría reflotando el proyecto, pero acomodándolo a la demanda: papel higiénico socialista.