República Checa
Más de 6.000 presos abandonan las cárceles checas tras una polémica amnistía presidencial
Más de 6.000 presos han abandonado la cárcel tras una polémica amnistía de Año Nuevo concedida por el presidente saliente Vaclav Klaus, que según parte de la oposición supone un obstáculo en las investigaciones de casos por corrupción y delitos fiscales.
Todos los encarcelados han sido liberados de la cárcel más grande del país, la de Plzen-Bory, en Bohemia Occidental.
El presidente anunció la amnistía en su discurso de Año Nuevo para conmemorar el 20 aniversario de la constitución de la República Checa. La medida de gracia se aplica a presos por delitos leves, ancianos o aquellos sospechosos cuyo proceso judicial se ha alargado ocho años.
Además de los convictos, la amnistía se extenderá a aquellos que se encuentran bajo arresto domiciliario o quienes han sido condenados
a trabajos comunitarios, que suman un total de 28.000 personas.
Esta medida ha sido duramente criticada porque supone un obstáculo para determinados procesos abiertos en casos de corrupción o delitos fiscales. El secretario de Klaus, Ladislav Jakl, no obstante, precisó que la amnistía no se aplicará en grandes casos de corrupción o en procedimientos contra sospechosos que impliquen una pena igual o mayor a los 12 años de prisión.
A pesar de estas garantías, el Tribunal Constitucional podría recibir la semana próxima una petición firmada por un grupo de senadores de todo el espectro político para abolir parte de la amnistía, según informó la senadora Alena Dernerova, del grupo Severocesi a la agencia oficial de noticias checa CTK.
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