Ataque yihadista en Francia

La UE responderá «unida» y con «todos los medios necesarios»

La canciller alemana, durante su declaración institucional
La canciller alemana, durante su declaración institucionallarazon

La Cumbre de Líderes del G-20, concebida en un primer momento para discutir asuntos económicos, se ha convertido, antes de arrancar oficialmente, en el escenario global de la solidaridad con Francia tras los brutales atentados de la noche del viernes. A lo largo de la tarde de ayer, los jefes de Estado y de Gobierno de las 20 principales economías del planeta –todos menos el francés, François Hollande– fueron llegando al paraíso turístico de Antalya, una ciudad rodeada por un cinturón de hierro de seguridad que ha requerido la movilización de 12.000 policías y soldados; una ciudad donde la sombra de lo sucedido en París ya se proyecta sobre la agenda.

El primero en poner palabras a este cambio de enfoque en la Cumbre fue Recep Tayyipp Erdogan, presidente anfitrión y líder de una nación que comparte 900 kilómetros de frontera con Siria, buena parte de los cuales están bajo el control de Estado Islámico. «Hemos llegado a un punto en el que las palabras deben terminar en la lucha contra el terrorismo. Estamos en una etapa donde este tema tiene que ser puesto en primera línea», dijo. Pocos minutos después, la organización de la Cumbre hacía público que Barack Obama, Vladimir Putin, David Cameron, Angela Merkel y el resto de mandatarios presentes en Antalya –incluido el presidente español, Mariano Rajoy– discutirán la amenaza internacional que representa el Estado Islámico durante la cena de trabajo que se celebrará hoy a las 18:30 hora turca y que, posteriormente, se dará a conocer una declaración conjunta.

Por lo demás, Turquía vive obsesionada con la seguridad las últimas horas antes de que dé comienzo la X Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G-20. Un dispositivo de seguridad que ya trabajaba a todo pulmón hasta ayer, ha visto cómo los atentados de París convertían en un desafío logístico y de seguridad de primer orden la llegada a Antalya de las 35 delegaciones que participarán en la cumbre.

Esta ciudad, elegida por el régimen de Erdogan para servir de escaparate de Turquía al mundo, se halla desde hace 24 horas en un estado de virtual ocupación militar que la aísla herméticamente del exterior. Efectivos de las Fuerzas Armadas de Turquía (TSK) y de la prestigiosa MIT (Organización Nacional de Inteligencia turca) cuentan con el apoyo de unidades aéreas de alerta rápida de la Fuerza Aérea. Dos estadios cubiertos en Antalya han sido transformados en comisarías de Policía. Una terminal del aeropuerto se ha cerrado en exclusiva para recibir a los participantes. Las ventanas de los hoteles se han blindado en algunos puntos y los vuelos de reconocimiento de helicópteros y aviones de vigilancia son continuas en esta zona declarada «de alerta rojo alfa» por las Fuerzas de Seguridad turcas. A pocos cientos de metros de la playa, las patruyeras de la marina de guerra de Turquía vigilan la línea de costa.

La Policía turca a llevado a cabo operaciones en distintas provincias de todo el país contra objetivos del Estado Islámico. Durante la pasada semana se produjeron 60 detenciones de personas con supuestos lazos militares con la organización. Ayer viernes se produjeron tres redadas en otros tantos distritos de Antalya y encontraron lo que fuentes policiales turcas describieron como «material del Estado Islámico» y se produjeron otras 20 detenciones. El pasado viernes se detuvo a 41 personas provinientes de Marruecos en el aeropuerto internacional de Estambul al sospecharse que viajaban a Turquía para unirse a Estado Islámico. A día de hoy, 20 de ellas siguen detenidas. Estado Islámico controla territorio fronterizo con Turquía y el régimen de Erdogan sospecha que existen lazos entre esta organización y los responsables del atentado suicida del pasado mes en Ankara cuando, durante una manifestación de apoyo a los kurdos, murieron 102 personas.

Merkel: «no es un ataque contra parís, es contra todos»

«No es un ataque contra París, es un ataque contra todos nosotros». Así condenaba los atentados de París la canciller alemana, Angela Merkel. Mostró su solidaridad con el pueblo francés en un discurso en el que no faltaron los guiños a la complicidad que existe entre su Gobierno y el de François Hollande.

«Lloramos con vosotros», declaraba ante los medios, consternada por una tragedia que ha vuelto a tocar a los vecinos, a los «amigos franceses». Tras los atentados de «Charlie Hebdo», Merkel fue una de las líderes que más rápido respondió a la masacre, liderando junto a otros jefes de Estado y de Gobierno una marcha multitudinaria en París en favor de la paz.

Merkel ha extendido en esta ocasión la mano a su homólogo para colaborar en todo lo necesario para conseguir localizar y detener a los autores de los atentados. «Tenemos que luchar por la libertad en Europa», reconocía la canciller, en un mensaje en el que pedía la unidad de Europa ahora más que nunca para poder frenar la barbarie que supone el terrorismo yihadista.

Tras conocer la noticia, Merkel se reunió con el ministro del Interior, Thomas de Maizière, la titular de Defensa, Ursula von der Leyen, y el vicecanciller, Sigmar Gabriel. Desde Berlín, la canciller se sumaba a los mensajes de Bruselas, Madrid y Londres que a nivel político y ciudadano se volcaban con las víctimas de los siete atentados en París. En todas las capitales se invocaron más que nunca los valores que han hecho siempre de Francia el país de las libertades. El lema «Liberté, Egalité, Fraternité» era entonado en todos los idiomas, y más que nunca en francés, en todos los rincones de Europa.

Cameron: «estamos unidos para enfrentarnos al mal»

El primer ministro británico, David Cameron, mostró su solidaridad con el Gobierno francés. Visiblemente afectado, calificaba de «monstruosos» a los responsables de la barbarie. Expresó su solidaridad en un discurso desde su residencia de Downing Street, desde donde ofreció también su apoyo total al Gobierno francés en todo lo que necesite para esclarecer qué ocurrió y quién está detrás de la negra noche del 13 de noviembre.

En Reino Unido, justo después de los atentados en París se evacuaba una terminal del aeropuerto de Gatwick tras encontrar un paquete sospechoso. Sin embargo, a pesar de este suceso, el país tampoco elevó el nivel de alerta actual, que ya de por sí es muy elevado. Cameron reconoció que su país puede enfrentarse a la misma amenaza que Francia y por ello ha pedido a toda la población que se mantenga alerta.

Después de reunirse de emergencia con su gabinete de seguridad, lanzó un mensaje para la unidad de Europa contra el terrorismo. «Nuestros corazones están con el pueblo francés y con todos aquellos que han perdido a seres queridos. Hoy el pueblo británico y el francés están juntos como lo hemos estado muchas veces en nuestra historia al enfrentarnos al mal...El objetivo del terrorismo es dividirnos y destruir nuestro estilo de vida, así que debemos permanecer unidos y continuar con la vida que amamos y conocemos», dijo el primer ministro.

Por último, aseguró que existe un compromiso común para acabar con los terroristas y destacó la necesidad de mejorar la coordinación entre los países europeos a fin de intentar evitar que otros ataques similares tengan lugar en otro país europeo. «Tenemos que derrocar juntos a estos terroristas», añadió.