Unión Europea

Merkel pierde la confianza de los alemanes tras los atentados

La canciller cae de esta manera a la sexta posición en la lista de políticos mejor valorados del país

La canciller alemana Angela Merkel
La canciller alemana Angela Merkellarazon

Sólo el 47 % de los encuestados en este estudio se siente satisfecho con el trabajo de la jefa del Gobierno alemán, doce puntos menos que el mes anterior.

Los ciudadanos alemanes no han encajado nada bien el «Podemos hacerlo» de Angela Merkel, el lema que volvió a entonar tras los primeros atentados en suelo germano reivindicados por el Estado Islámico (EI) en julio. La popularidad de la líder, que durante años contó con un infranqueable apoyo, ha ido cayendo en los últimos meses y se derrumba ahora vertiginosamente, con una pérdida de 12 puntos respecto al mes pasado. Según los datos del barómetro mensual realizado por la cadena de televisión ARD, sólo el 47% de los encuestados creen que la jefa del Ejecutivo toma las decisiones correctas. En abril de 2015, antes del inicio de la crisis migratoria, su cuota brillaba en torno al 75%.

El escarmiento en los sondeos se debe a la política migratoria que Merkel sigue defendiendo con firmeza y que ha dividido al país. Pero en la segunda mitad de julio, la atmósfera en el país se enturbió aun más debido a los cuatro brutales ataques que dejaron 15 muertos y decenas de heridos. Tres de los autores eran solicitantes de asilo y dos estaban relacionados con el movimiento terrorista islámico. Parte de la sociedad alemana, profundamente impactada por estos hechos, esperaba un cambio de rumbo de su canciller, cambio que no ha llegado, al menos de momento. Según los sondeos, dos tercios (64%) de los encuestados están insatisfechos con su gestión en materia migratoria, ocho puntos más que en abril y el índice más altao desde la primera vez que se planteó la pregunta en octubre del año pasado.

Estos resultados poco favorecedores para la mandataria llegan en un año complicado, en el que se han celebrado varios comicios regionales que ya han constatado el avance del partido antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD), que podría lograr resultados nada despreciables en las elecciones federales del año que viene. Aunque la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel aún destaca con diferencia entre los demás partidos con el 34% de apoyos –frente al 22% de los socialdemócratas el 13% de Los Verdes y el 12% de Alternativa para Alemania–, la pérdida de confianza en su líder podría bajar los índices de apoyo si anuncia que competirá por un cuarto mandato. En menos de un mes, la CDU tendrá que superar la ajustada batalla contra AfD en las elecciones del «land» de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Los sondeos muestran una aceptación de la ultraderecha del 19%, frente al 25% de la CDU.

Diarios como «Welt» especularon ayer sobre si la canciller podría decidir su retirada en 2017 y apuntan como posible candidato al primer ministro bávaro y líder de su hermana de la Unión Socialcristiana (CSU), Horst Seehofer. El socio más crítico con la política migratoria de Merkel ha registrado, por el contrario, una notable subida de once puntos en los índices de apoyo. Con el 44% de popularidad, Seehofer, que aboga por un control más estricto de la entrada de refugiados, se queda a sólo tres puntos de la canciller. A la vista de estos resultados, no faltaron los políticos cercanos a la canciller que solicitaron un cambio en su gestión. El diputado de su partido Karl-Georg Wellmann, que ya había insistido en la necesidad de tramitar las solicitudes en Grecia en lugar de permitir que los refugiados llegaran al continente, criticó que Merkel continuara dispuesta a seguir adelante con su política actual de asilo.

El presidente de la comisión del Parlamento en asuntos económicos, también de la CDU, confesó no estar de acuerdo con su jefa. «Para muchas personas es una provocación que, a día de hoy, la canciller todavía siga diciendo que podemos conseguirlo», afirmó. En el diario «Bild», también el conservador Wolfgang Bosbach, ex jefe de la comisión parlamentaria del Interior, afirmó que «cada vez más gente está preocupada por las consecuencias que tendrá la entrada de la inmigración a estos niveles».

Merkel sabe que pierde apoyos por mantenerse fiel a los principios de su política de asilo, aunque la ha modificado en algunos puntos clave, como la ampliación de la lista de los países considerados seguros o el endurecimiento de las penas para refugiados delincuentes. Sólo Elmar Brok, otro diputado de la CDU, salió en su defensa lamentando que «por desgracia, la gente no ha sabido ver el éxito en la política de Merkel», ya que la mandataria «ha cumplido con su política, reduciendo considerablemente el número de refugiados, por lo que debe mantener el mismo rumbo». Los opositores de Merkel recordaron después a Brok que la disminución del flujo migratorio se debió en gran parte al cierre de la ruta de los Balcanes, aunque es cierto que el acuerdo de la UE con Turquía firmado el 18 de marzo a instancias de Merkel también ha contribuido.