Estado Islámico

Mosul comienza a decir «basta» a los yihadistas del EI

Por primera vez desde que el pasado junio los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) tomaran Mosul, las paredes de esta localidad han comenzado a enviar mensajes de rechazo a los ocupantes.

Por primera vez desde que el pasado junio los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) tomaran Mosul, las paredes de esta localidad han comenzado a enviar mensajes de rechazo a los ocupantes: "Mosul será liberada pronto", rezaba uno de ellos, antes de ser borrado por los extremistas.

El jefe del Comité de Seguridad de la provincia septentrional de Nínive, Mohamed al Bayati, cuenta a Efe que hace unos días aparecieron este tipo de mensajes "antiyihadistas" en los muros de algunas calles pequeñas de la ciudad.

Antes de ser eliminadas por el EI, otras pintadas fueron dirigidas a los ciudadanos de la localidad: "Os salvaremos de la impureza del EI" y "Cristianos, volveréis pronto a desempeñar vuestro papel".

De esta manera, con tinta sobre pared, ha comenzado la rebelión de los habitantes de Mosul al yugo impuesto por el EI el pasado mes de junio.

Varios vídeos difundidos en las redes sociales por activistas locales muestran a un grupo de jóvenes encapuchados brocha en mano en pleno acto rebelde.

Los terroristas han comenzado a buscar a los grupos de jóvenes responsables de estos mensajes escritos en la zona de Al Akidat, la cárcel de la localidad y el área de Karash Bagdad, en el centro de la ciudad, capital de la provincia de Nínive.

Con el objetivo de atemorizar a los vecinos, los yihadistas han advertido de que castigarán a los responsables.

En otro suceso similar, testigos locales manifiestan a Efe que un grupo de personas ondeó una bandera iraquí en lo alto del minarete de la mezquita Al Shamam, en el área de Al Rashidia, en el norte de Mosul.

Además, también escribieron en los muros amenazas de muerte y castigo contra los vecinos de la localidad que se unieron al EI.

Por su lado, las "Brigadas de Mosul", organización clandestina que lanza ataques contra los yihadistas en la urbe, ha anunciado en un comunicado que uno de sus miembros ondeó la bandera iraquí en una torre de electricidad en un barrio del este de la ciudad.

Mientras, otro miembro de esa milicia hizo lo propio en un barrio del sur, y cuando un yihadista intentó quitar la bandera, un francotirador del grupo clandestino lo mató a tiros, añade la nota.

En declaraciones a Efe, el analista político local Abdelghani Yehia califica ese tipo de acciones como "un despertar de los habitantes locales de un prolongado letargo que duró más de ocho meses, tras la ocupación yihadista, el derramamiento de sangre y la destrucción de mezquitas".

"Pese a la tardanza de los habitantes de la ciudad en rebelarse contra esa organización, este paso es un buen precedente", subraya.

A su juicio, los habitantes de Mosul aceptaron en un primer momento la llegada del EI, no porque vieran bien la imposición de una interpretación radical de la "sharía"(ley islámica), sino por un completo rechazo a las autoridades del anterior primer ministro, Nuri al Maliki.

Además, el analista considera que la liberación de la urbe "está condicionada a una rebelión interna de sus habitantes"porque los bombardeos aéreos de la coalición internacional y las fuerzas iraquíes y kurdas "son inútiles".

Asimismo, advierte de que una eventual ofensiva militar terrestre causaría graves pérdidas de civiles desarmados, ya que todavía viven más de un millón de vecinos en la ciudad, que están retenidos por los yihadistas.

Uno de ellos es Abu Seif, un oficial militar jubilado de 48 años, que coincide en calificar estos hechos como un "despertar", aunque teme represalias.

"Lo que tememos es que esto cause un derramamiento de sangre porque esa organización (el EI) es sanguinaria. No tiene misericordia", advierte en una conversación con Efe.

Pese a ese miedo, Abu Seif muestra su fuerte deseo de que Mosul sea liberada del control yihadista.

"Esperamos impacientes la liberación de nuestra ciudad, ya que todos los trabajos están suspendidos; el paro y la pobreza han empeorado muchísimo, y sus habitantes afrontan graves problemas de agua potable, electricidad y de comunicaciones telefónicas. Vivimos un infierno indescriptible", relata.

Sin embargo, más allá de las pintadas y las banderas, Abu Seif ve difícil la llegada de una verdadera rebelión contra el EI porque, según él, las autoridades de Al Maliki incautaron todas las armas que estaban en manos de la gente.

"Ahora todas las fuerzas políticas nos piden que llevemos a cabo una revolución contra los yihadistas. Y yo me preguntó cómo, si no tenemos armas. Hemos llegado a ser una presa fácil para el EI".