Inmigración ilegal
Mueren 40 africanos ahogados ante la parálisis Europea
Dos semanas y media después del naufragio de una embarcación cargada de inmigrantes en el Canal de Sicilia en el que murieron más de 800 personas, la situación en las aguas del Mediterráneo central ha cambiado poco. Otros 40 indocumentados habrían fallecido en un nuevo hundimiento, según contó ayer Giovanna di Benedetto, portavoz de Save the Children en Sicilia, quien se encargó de recoger el testimonio de los supervivientes llegados en la noche del lunes al puerto siciliano de Catania después de ser socorridos en alta mar por el carguero maltés «Zeran». Una vez más, fue a un buque privado al que le tocó salvar a los inmigrantes, pues el dispositivo europeo «Tritón» para evitar más muertes de refugiados en el Mediterráneo sigue sin cubrir el hueco dejado por la operación anterior desplegada por Italia, «Mare Nostrum», que en un año salvó a más de 130.000 personas.
Aunque los líderes europeos se comprometieron a triplicar los fondos que dedican a «Tritón», los resultados siguen sin verse. El carguero «Zeran» halló dos lanchas neumáticas cargadas con inmigrantes que habían partido desde las costas libias. Cuando se acercó para auxiliarlos, los viajeros de una de las embarcaciones cayeron al mar y se ahogaron porque no sabían nadar, según contaron los indocumentados de la otra lancha. Di Benedetto explicó que la nave pudo haberse desinflado o que podría haber explotado. La portavoz de Save the Children indicó además que mientras algunos supervivientes dijeron que eran unos 40 los muertos, otros no dieron cifras y se limitaron a explicar que habían sido «muchos» los ahogados.
La última tragedia en el Mediterráneo provocó una nueva reacción del ministro italiano de Exteriores, Paolo Gentiloni, quien volvió a cargar contra la UE por no implicarse de manera decidida para detener el continuo flujo migratorio a través del Canal de Sicilia y evitar así que sigan produciéndose más muertes». No basta con aumentar las naves que recogen a los inmigrantes», se quejó, haciendo referencia a las promesas de los otros países europeos para mejorar el control de las aguas del Mediterráneo central. «No es ésta la respuesta europea a una emergencia europea», criticó. Lo que pedía implícitamente Gentiloni es que se ponga en marcha una ambiciosa estrategia diplomática que estabilice Libia, de donde parten las naves de los indocumentados, y actúe al mismo tiempo en los países de origen de estas personas.
Los testimonios de los supervivientes recogidos por Save the Children muestran nuevamente el grado de violencia que se vive en las pateras con las que los inmigrantes tratan de alcanzar las costas europeas. En la lancha neumática en la que viajaban las 40 personas que se ahogaron había cinco cadáveres. Murieron aplastados por sus compañeros de viaje cuando trataban de escapar de la embarcación una vez que descubrieron que había una vía de agua. Los cuerpos sin vida de estas cinco personas fueron desembarcados ayer en el puerto de Catania. El continuo flujo de inmigrantes ha colocado a los servicios de acogida italianos al borde del colapso. Para tratar de repartir el peso entre las distintas regiones, el ministro del Interior, Angelino Alfano, pidió ayer a las autoridades locales que preparen camas y servicios de asistencia para otras 9.000 personas.
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