Política

Elecciones en Reino Unido

Nick Clegg: «No me temía un resultado tan brutal»

Los liberal demócratas de Clegg pierden 49 escaños por su pacto con los «tories»

La Razón
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Su rostro lo decía todo mientras esperaba la pasada madrugada junto a su esposa los resultados en Sheffield (norte de Inglaterra), la circunscripción donde fue reelegido como diputado. Un apesadumbrado Nick Clegg reconocía que el Partido Liberal Democrático había obtenido un «resultado más brutal y duro del que había temido», tras lo que calificaba de una «noche cruel y punitiva». Y no es para menos. Su formación, que ha gobernado en coalición con los conservadores , ha pasado de 57 a 8 diputados en Westminster, donde ha sido relegada a cuarta fuerza parlamentaria en el peor resultado en las urnas en dos décadas.

Ya por la mañana, el viceprimer ministro británico asumía su responsabilidad en la debacle y presentaba su dimisión. «Siempre esperé que esta elección iba a ser excepcionalmente difícil para los liberal demócratas, dadas las graves responsabilidades que hemos tenido que soportar en el Gobierno en las más difíciles circunstancias, pero es evidente que los resultados han sido mucho más demoledores. Por ello debo asumir la responsabilidad, y les anuncio mi renuncia como líder del partido», aseguró ante la Prensa.

Y es que en apenas cinco años, el «tercer hombre de la política británica» ha pasado de la «Cleggmanía» cuando fue considerado el político británico más popular desde Winston Chuchill, a ser apodado «Calamity Clegg», ya que se le ha hecho responsable de los recortes sociales puestos en marcha por Cameron. Pese a reconocer el alto precio que ha pagado su partido por su alianza con los «tories», Clegg confía en que «los libros de historia juzgarán positivamente» su contribución a la gobernabilidad del país. «Hemos gobernado para hacer de Reino Unido un país más fuerte y más liberal de lo que era», dijo.

Lo cierto es que cinco años en el poder han pasado factura a una formación que ha incumplido las promesas con las que sedujo a jóvenes y mujeres en la campaña de 2010. El primer golpe se lo asestaron los propios británicos al rechazar en referéndum en la primavera de 2011 introducir el voto alternativo para hacer más representativo el sistema electoral mayoritario. Asimismo, para decepción de los estudiantes, aceptó triplicar las tasas universitarias tras prometer su congelación. Ya en las elecciones europeas de hace un año, el partido sufrió el descontento popular al perder seis de sus once escaños en la Eurocámara.