Reino Unido
«No vamos a echar a la gente del Reino Unido», dice el ministro británico del Brexit
David Davis asegura que garantizar los derechos de los comunitarios que viven en Reino Unido es una de las “prioridades” más urgentes del Gobierno
El ministro británico para el “brexit”, David Davis, dijo hoy que garantizar los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido es una de las “prioridades” más urgentes del Gobierno, al presentar en el Parlamento el esperado libro blanco.
El ministro británico para el “brexit”, David Davis, dijo hoy que garantizar los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido es una de las “prioridades” más urgentes del Gobierno, al presentar en el Parlamento el esperado libro blanco.
En una comparecencia en los Comunes, Davis presentó este documento oficial, de 77 páginas, que contiene los objetivos de la negociación con Bruselas y en el que se especifican los planes del Ejecutivo de la conservadora Theresa May para desligar al Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Según Davis, la estrategia gubernamental estará “guiada” por los doce principios ya anunciados por la líder tory el pasado mes para lograr una “nueva alianza, positiva y constructiva entre el Reino Unido y la UE, que redunde en el interés mutuo”.
Con el título “Salida de la Unión Europea del Reino Unido y nueva alianza con la UE”, el libro blanco, cuya elaboración exigieron varios diputados conservadores favorables a la permanencia en la UE en el histórico referéndum del 23 de junio, se hace eco de la visión de May de “un Reino Unido independiente y verdaderamente global”.
En materia de inmigración, uno de los temas que más preocupan, se indica que se están considerando “muy cuidadosamente” cuáles son las opciones de que dispone Londres para “recuperar el control del número de personas que llegan al Reino Unido de la UE”.
Además, señala que los diputados podrán votar sobre las nuevas normativas de inmigración.
En cuanto a los comunitarios que viven en el Reino Unido, el Gobierno británico señala que “garantizar su estatus y proporcionar certidumbre” a los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido y a los expatriados británicos que se encuentran en países de la UE es una de sus “prioridades” más urgentes.
“El Reino Unido continúa dispuesto a dar a los ciudadanos la certidumbre que quieren y llegar a un acuerdo recíproco con nuestros socios europeos a la más pronta oportunidad. Es lo correcto y lo justo”, dice el texto, que indica que se mantendrán los derechos de los estudiantes de la UE en las universidades británicas hasta 2018.
Acerca de este punto, el portavoz laborista para el “brexit”, Keir Starmer, lamentó que en el libro blanco no se incluye “nada” que haga pensar que existe algún tipo de “progreso” en la situación de los comunitarios en el Reino Unido tras la salida de la UE.
En respuesta, Davis dijo que no pensaba “echar a la gente del Reino Unido” y consideró esa afirmación “indignante”.
El texto, “vacío de significado” para el Partido Laborista, ha sido divulgado tan solo un día después de que el proyecto de ley que permitirá al Gobierno iniciar formalmente las negociaciones con Bruselas superara con amplia mayoría en una votación su primer trámite parlamentario.
Según subrayó Davis en su introducción, “va en el interés de ambas partes construir una nueva alianza estratégica, con un acuerdo comercial libre y exhaustivo y un nuevo acuerdo aduanero” con la UE.
“Redunda en los intereses del Reino Unido que la Unión Europea tenga éxito tanto a nivel político como económico. Y por ello encaramos la negociación con un espíritu de buena voluntad para trabajar por un resultado que vaya en nuestro beneficio mutuo”, remarcó.
Instó además a los otros 27 estados miembros de la UE y a las instituciones comunitarias a guiarse en las futuras negociaciones por “los principios detallados en los Tratados de la UE, relativos a un alto nivel de cooperación internacional y buena vecindad”.
No obstante, el Gobierno británico insiste en que “no llegar a un acuerdo es mejor que alcanzar un mal acuerdo” para este país.
En otros apartados, se remarca el deseo del Ejecutivo de Londres de mantener una frontera abierta con Irlanda si bien no se ofrece un compromiso firme en este sentido.
El ministro para el “brexit” señaló además que el Gobierno de Londres no tiene intención de publicar detalles sobre sus planes que puedan “socavar” su posición negociadora.
Sin embargo, prometió “una extensa implicación con el Parlamento” y “un alto nivel de implicación ciudadana” a medida que avance el proceso.
“Este documento establece nuestro plan para lograr la nueva y sólida alianza que queremos construir con la UE”, concluyó.
Patricia Rodríguez/Efe
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