Crimen organizado

¿Nueva fuga del Chapo a la vista?

Expertos mexicanos en narcotráfico creen que el capo intentará escapar de nuevo si no es extraditado a EE UU

Joaquin "El Chapo"Guzman, tras ser detenido
Joaquin "El Chapo"Guzman, tras ser detenidolarazon

Expertos mexicanos en narcotráfico creen que el capo intentará escapar de nuevo si no es extraditado a EE UU

¿Y ahora qué? Es lo que muchos se preguntan en México después de la captura de “Chapo” Guzmán. ¿Habrá una recomposición del cártel de Sinaloa? ¿Más violencia entre los grupos narcotraficantes por el control del territorio? ¿El fin de los capos históricos? ¿Afectará al negocio de la droga de alguna manera? ¿Se volverá a fugar el criminal más celebre de México? La mayoría de los expertos consultados para este artículo creen que no se esperan grandes cambios en la guerra del narco, excepto en lo referido a lo de la fuga de Joaquín Guzmán el “Chapo”.

El poder de este capo ha sido tal que no sólo ha frenado su extradición a EE UU durante años sino que las autoridades de México no han logrado acusarlo por homicidio ni tráfico internacional de estupefacientes, a pesar de la información que responsabiliza a su cartel de una gran mayoría de las muertes durante la guerra contra los cárteles de la droga, iniciada en 2006 por el Gobierno de Felipe Calderón. Según un informe de aquella Administración, el 84% de los asesinatos cometidos entre 2006 y 2010 en México eran obra del cártel de Sinaloa, y fueron ejecutados en el llamado Triángulo Dorado, el territorio que comprende los estados de Durango, Sinaloa y Chihuahua, fruto de la guerra entre los cárteles de Juárez y Sinaloa por el dominio de la zona.

“Cuando se le ha detenido al Chapo, las autoridades no han desmantelado sus activos ni se ha detenido a sus cómplices”, explica la periodista mexicana Sandra Rodríguez Nieto, quien considera que la captura de Guzmán fue “simbólica” y que la versión del operativo de la detención dada por el Gobierno “no es verosímil”. La reportera mexicana cree que el “Chapo” se puede fugar otra vez y pone en duda las intenciones del presidente Enrique Peña Nieto de extraditarle.

Anabel Hernández, biógrafa del Chapo, autora de “Los señores del narco”, asegura a LA RAZÓN que nada ha cambiado sobre las circunstancias que permitieron la fuga del criminal en julio de 2015. “Los funcionarios públicos de alto nivel que eran responsables de impedir su fuga siguen ahí. Es la misma prisión, que está absolutamente corrompida. Antes de la fuga documenté cómo el Chapó logró hacer lo que quería dentro del penal del Altiplano. Es una cárcel de máxima seguridad pero hay presos con móviles que trafican droga. Hay condiciones para que el Chapo pueda volver a fugarse. No hay que olvidar que el cártel de Sinaloa tiene un gran poder económico”.

Al ser encerrado de nuevo en la cárcel de alta seguridad del Altiplano, en el estado de México, el “Chapo” vuelve a casa. Las instalaciones de este penal son de sobra conocidas para sus secuaces, los mismos que lograron cavar un túnel de más de un kilómetro para sacarle de la celda en julio del año pasado. Durante su cautiverio de apenas un año y medio, el capo recibió casi 400 visitas. Una de esas visitas fue la de la diputada local del PAN Lucero Sánchez, con quien se especula que procreó un hijo -estando entre rejas- que ahora tendría apenas unos meses, según una investigación de la Marina mexicana.

El experto mexicano en narcotráfico José Reveles afirma a este periódico que el Chapo sí será extraditado al país vecino en los próximos doce meses y recuerda que en los últimos veinte años, decenas de capos de la droga mexicanos han sido extraditados a EE UU, unos 600 en el sexenio de Calderón. “México ha demostrado no tener interés en quedarse con los narcos en sus cárceles”, sostiene Reveles. “Hay mucha presión en EE UU para extraditarlo. Washington quiere al Chapo y lo va a tener”. Para Alejandro Hope, experto en seguridad y asesor del Gobierno de Calderón, “el día que el Chapo entre a una prisión mexicana es el día que va a empezar a planear su siguiente fuga”.

Ricardo Ravelo, otro periodista mexicano buen conocedor del narcotráfico y autor de varios libros, asegura que “el principal error de Peña Nieto fue no haber privado al Chapo de su libertad financiera en la anterior captura. Lo encarcelaron con todo el poder económico a su alcance y así pudo corromper a funcionarios y pagar para construir el túnel por donde se fugó”.

Históricamente, el arresto de los grandes señores de la droga en México demuestra que no repercute en la disminución de la distribución de estupefacientes. En 1985, el Gobierno de México detuvo a Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca “Don Neto”, y cuatro años después, las autoridades apresaron al fundador del cartel de Guadalajara, Miguel Angel Felix Gallardo. Sin embargo, aquellos golpes no mermaron las capacidades del narco, que siguió extendiendo sus tentáculos por México hasta multiplicarse en las actuales nueve organizaciones criminales diseminadas en grades zonas del país.

A nivel organizativo, el cártel de Sinaloa no ha sido descabezado con la detención del “Chapo”. Cuando cayó el capo colombiano Pablo Escobar en 1993, el cártel de Medellín se desvaneció. Desde hace años, Ismael Zambada García, alias “El Mayo”, lidera los negocios de Sinaloa al mismo nivel que el “Chapo”. Además, también están dentro los hijos de Guzmán y del propio Zambada -uno de ellos fue detenido y extraditado a EE UU en 2010-, forjados en el negocio desde hace años, lo que demuestra que ésta sigue siendo una industria familiar.

El negocio no se va a tocar. Es el punto en el que todos coinciden. Para Sandra Rodríguez Nieto, del periódico digital “Sin embargo”, la captura del capo es “irrelevante porque la llave la tiene el Mayo Zambada”. A su juicio, “existe un grupo que pelea y otro que trafica. Los que han caído -abatidos o detenidos- son los que pelean. Los que trafican siguen intactos”.

José Reveles no augura más violencia que la que ya hay en el país: “Cuando detuvieron al Chapo en 2014 no se desató la violencia extrema. No hay ningún grupo que le dispute la hegemonía de la zona del Pacífico porque ninguno tiene el poder de hacerlo”, añade Reveles.