Irak

Nuevo asalto a la Zona Verde de Bagdad para protestar contra el Gobierno

Simpatizantes del clérigo chií Muqtada al Sadr marchan dentro de la fortificada Zona Verde del centro de Bagdad (Irak) el 20 de mayo de 2016
Simpatizantes del clérigo chií Muqtada al Sadr marchan dentro de la fortificada Zona Verde del centro de Bagdad (Irak) el 20 de mayo de 2016larazon

Por segunda vez en menos de un mes, los seguidores del clérigo radical chií, Muqtadar Al Sadr, consiguieron este viernes penetrar en la blindada Zona Verde de Bagdad para exigir reformas, un nuevo gobierno de tecnócratas y más seguridad, tras la ola de atentados contra barrios chiíes en la capital iraquí que ha dejado más de 100 muertos en las últimas semanas.

Pero, a diferencia de las primeras manifestaciones, las protestas fueron violentamente sofocadas por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos y cañones de agua. En los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes al menos dos personas murieron y otras 58 resultaron heridas por lesiones y síntomas de asfixia, informaron ayer fuentes médicas.

Las autoridades iraquíes impusieron el toque de queda, que se mantendrá de forma indefinida, y forzaron la retirada de centenares de protestantes, después de haber ocupado durante horas varios edificios gubernamentales, entre ellos la oficina del primer ministro, Haider Al Abadi, ubicados en Zona Verde de Bagdad.

“Estamos comprometidos con las órdenes de Muqtada al Sadr, es una protesta pacífica. Ha quedado claro quiénes estaban detrás de los atentados en Sadr City, Kadhimiya y Adil. El Gobierno iraquí ha demostrado que es el líder del terrorismo”, denunció un joven.

Tras los disturbios, el primer ministro declaró: el ataque a las instalaciones del gobierno y la propiedad pública registrado hoy no puede ser aceptado. Todos los autores de este ataque responderán ante la ley”.

El pasado 30 de abril una manifestación se abrió camino hasta irrumpir en la sede del Parlamento, aunque al día siguiente se puso fin a las protestas. Al Sadr ha dado varios ultimátum al gobierno de Al Abadi y amenazó con nuevas movilizaciones, e incluso ha suspendido la participación de sus diputados en las sesiones del parlamento hasta que la Cámara vote un nuevo ejecutivo.

Irak se enfrenta a la mayor crisis política desde la caída de Sadam Husein. A las manifestaciones multitudinarias que amenazan con hacer caer el gobierno de Al Abadi se suma la inestabilidad y la ola de violencia yihadista en Bagdad, en un momento en el que el ejército iraquí se prepara para lanzar una ofensiva contra Mosul, el principal bastión del Estado Islámico y continua las operaciones para liberar la provincia de Al Anbar.