Inmigración ilegal

Obama colma el sueño latino

«Ha llegado la hora para una reforma migratoria completa», sostiene. El presidente prepara una regulación masiva tras el pacto bipartidista

Obama saluda a los asistentes antes de su discurso en una escuela de Las Vegas
Obama saluda a los asistentes antes de su discurso en una escuela de Las Vegaslarazon

Al presidente Barack Obama le recibieron los alumnos de la escuela secundaria Del Sol de Las Vegas (Nevada) con un canto que conoce muy bien.

Al presidente Barack Obama le recibieron los alumnos de la escuela secundaria Del Sol de Las Vegas (Nevada) con un canto que conoce muy bien. Sobre todo de su primera campaña presidencial en 2008: «Yes, we can». Pero se lo cantaron esta vez en español: «Sí, se puede». En esta ocasión hizo referencia no a las aspiraciones a la Casa Blanca, sino a las de once millones de indocumentados de salir de las sombras con la reforma migratoria que Obama empezó ayer a promocionar en Las Vegas. Para más que nadie que para los inmigrantes, el presidente encarna el «sueño americano».

Como suele hacer cada vez que quiere sacar adelante alguna reforma controvertida en el Congreso, Obama empezó ayer su campaña por esta iniciativa migratoria con un discurso ante miles de votantes. «Ha llegado el momento para el sentido común, para una reforma migratoria completa. Ahora es el momento, ahora es el momento». Palabras que se han convertido en su mantra cada vez que aboga por alguna iniciativa.

Obama escogió para su gran discurso Nevada, uno de los Estados clave de las elecciones presidenciales. Allí aprendió la importancia de los votantes hispanos, que le ayudaron a ganar a los republicano John McCain en 2008 y Mitt Romney en 2012. Ayer, precisamente el 27% de su audiencia era de origen hispano.

Fueron también los latinos los que salvaron al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, a ganar a la candidata del Tea Party, Sharron Angle, en 2010, cuando el Partido Demócrata perdió la mayoría en el Congreso. Y, sin duda, a los que volverá a pedir ayuda cuando tenga que enfrentarse a la dura reelección que le espera en 2016.

Advertencia al Congreso

«Necesitamos que el Congreso aborde el asunto de los once millones de inmigrantes que están en este país», indicó el presidente, conocedor de que esta iniciativa tendrá su gran oposición en la Cámara de Representantes, donde un gran número de legisladores republicanos están en contra de «regalar» esta amnistía. «No habrá ninguna incertidumbre sobre la posibilidad de convertirse en ciudadanos estadounidenses si cumplen con los requisitos. Tenemos que llevar esta economía oscura a la luz para que todo el mundo cumpla», señaló en referencia a los «sin papeles», que representan alrededor del 5% de la fuerza laboral de EE UU.

La intervención del presidente se produjo un día después de que «la banda de los ocho», como se conoce a los senadores que han diseñado las líneas maestras de la reforma migratoria, anunciase su plan. Sus propuestas son parecidas a las que presentó el líder demócrata, que alertó a los legisladores del Congreso para que no fracasen en llegar a un acuerdo, como ocurrió en 2007, cuando el ex presidente George W. Bush ocupaba la Casa Blanca.

«Entonces, enviaré mi propia propuesta basada en mis principios e insistiré en que la voten de inmediato», advirtió Obama sobre su propuesta, que incluye a los niños que llegaron a Estados Unidos de forma ilegal. En virtud de la idea del presidente, podrán quedarse en el país en caso de que vayan a la universidad o a las Fuerzas Armadas por un período mínimo de dos años.

«La buena noticia es que, por primera vez en años, republicanos y demócratas parecen preparados para abordar este problema juntos. Miembros de los dos partidos, en las dos Cámaras, están trabajando ya en una solución. La propuesta del Senado es muy parecida a los principios que he propuesto y por los que he hecho campaña hace años. En este momento, parece que hay un deseo genuino de sacarla adelante», reconoció el presidente en referencia a su discurso en El Paso (Texas), ciudad fronteriza con Juárez (México).

Por delante, quedan meses de trabajo y negaciones. Pero, de momento, parece saldada la deuda de 2008 que contrajo Obama con los latinos cuando les prometió luchar en su primera legislatura por la reforma migratoria.