Estado Islámico
Obama descarta enviar sus tropas de vuelta a Irak
El presidente de Estados Unidos no hará regresar sus tropas a combatir contra las milicias iraquíes pero deja la puerta abierta a otras opciones militares como los ataques aéreos selectivos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asegura que no hará regresar a las tropas estadounidenses para combatir contra las milicias del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) pero dejó la puerta abierta a otras opciones militares, entre ellas la que se baraja con más fuerza, los ataques aéreos selectivos, pero solicita a las autoridades de Bagdad un esfuerzo por resolver políticamente la crisis.
Así lo declaró Obama en los jardines de la Casa Blanca, donde explicó que una posible acción militar "llevaría varios días", ya que deben analizar la información de inteligencia y hablar con el Gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, para que "esas acciones sean precisas".
"Estados Unidos no se va a implicar en una acción militar en ausencia de un compromiso político que lleve a que las partes trabajen juntas en Irak", aseguró Obama antes de partir hacia una reserva india en Dakota del Norte.
El Gobierno iraquí, que encabeza el chiita Al Maliki, ha pedido a Washington apoyo aéreo para frenar los avances de la milicia extremistas suní del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que también interviene en la guerra civil siria.
Obama se mostró muy crítico por el hecho de que Estados Unidos haya "invertido mucho dinero"en entrenar y equipar a las Fuerzas Armadas iraquíes y, "a la primera de cambio", esos militares hayan desertado ante la llegada de los rebeldes del EIIL.
"Hemos realizado una gran inversión y sacrificios en Irak, para que los iraquíes tengan oportunidades, pero son ellos las que las tienen que aprovechar", opinó Obama.
"El hecho de que las fuerzas de seguridad iraquíes no quieran defender sus puestos y luchar contra los terroristas indica que hay un problema de moral y compromiso, algo que está enraizado en los problemas político en el país", opinó el presidente de EE.UU..
Estados Unidos ocupó Irak en la primavera de 2003 y poco después derrocó al dictador Sadam Huseim, que había oprimido a los chiís durante años.
El entonces presidente, George W. Bush, desintegró toda las instituciones estatales de Irak, lo que alentó una dura guerra sectaria entre suníes y chiís (que son la mayoría de la población del país) y también con los kurdos, también suníes en su inmensa mayoría.
Tras un aumento de la presión militar, Estados Unidos consiguió estabilizar la situación en el país y favorecer la formación de un Gobierno, al que ha ayudado con entrenamiento militar y armamento.
Obama, que llegó a la Presidencia con la promesa de salir de Irak, retiró todas las tropas del país a finales de 2011, un movimiento duramente criticado por algunos republicanos.
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