Estados Unidos
Obama se burla del magnate por hablar de conspiración
El presidente de EE UU defiende su gestión contra el EI, aunque reconoce «no estar totalmente satisfecho» con el resultado
El presidente de EE UU defiende su gestión contra el EI, aunque reconoce «no estar totalmente satisfecho» con el resultado
Antes de iniciar sus vacaciones y con la mirada puesta en el final de su mandato, que concluirá a finales de año, tras las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, el presidente Barack Obama hizo un repaso de su gestión durante este año, especialmente centrada en la amenaza del Estado Islámico y en los próximos comicios presidenciales. Comenzó su intervención analizando la actual situación del EI y afirmó que los «yihadistas están cambiando de táctica hacia ataques terroristas en el extranjero en respuesta a las derrotas que sufren sobre el terreno en Siria e Irak». No obstante, Obama reconoció que la amenaza de nuevos ataques sigue presente y que es un riesgo que se debe tener presente. Es más, aseguró que «es posible que haya redes del Estado Islámico en territorio estadounidense que pueden ser activadas».
El presidente no dudó que el EI perderá el control de sus dos grandes bastiones, Raqa (Siria) y Mosul (Irak), aunque no especificó cuándo espera que esas batallas de liberación tengan lugar. «Hace dos años, el EI se expandía por Irak y hasta puso en riesgo Bagdad», señaló el mandatario, que recordó que desde hace un año los yihadistas no ganan territorio. También subrayó que, a los esfuerzos militares contra los yihadistas, deben sumarse esfuerzos políticos, humanitarios y diplomáticos. No obstante, reconoció «no estar satisfecho con los avances, porque eso significaría que el problema está resuelto y ése no es el caso».
El mandatario consideró vital acabar con la presencia del EI sobre el territorio en Siria e Irak, a fin de que no «usen su propaganda para sugerir que un llamado ‘‘califato’’ está naciendo» y recluten combatientes. Obama reiteró su desconfianza hacia la intervención de Rusia en el conflicto sirio y afirmó no estar seguro de que EE UU pueda confiar en los planes de Putin en Oriente Medio.
En respuesta a la pregunta de un periodista en relación a las polémicas palabras del candidato republicano Donald Trump sobre el «amaño» de las elecciones de noviembre, el presidente aseguró que son «ridículas» y «sin sentido». «Si Trump llega al día de las elecciones con 10 o 15 puntos de ventaja (en las encuestas) sobre Hillary Clinton y acaba perdiendo, entonces podrá plantear algunas dudas, pero eso, por el momento, no ha pasado», añadió Obama, en referencia a los últimos sondeos que dan ventaja en estados clave a la demócrata. «Todos podemos votar y al final la decisión dependerá de los estadounidenses colectivamente», apuntó Obama, que afirmó que, si Trump gana, su responsabilidad será tener «una transferencia de poder a esa persona y que se haga con éxito».
Eso sí, el presidente recordó que la potestad de establecer mecanismos electorales, como colegios o tipo de urnas, recae en los estados y autoridades locales y que el papel del Gobierno federal se limita a asegurarse de que no hay máquinas que puedan ser «pirateadas» o procesos que no respetan los derechos civiles. «Que el señor Trump sugiera que hay una conspiración en todo el país, incluido en estados como Texas, donde los demócratas no están al cargo, eso es algo ridículo», insistió. Obama tampoco se opuso, como sí lo hacen varios expertos, a que Trump reciba información clasificada, pero le recordó que no puede airear la información que le faciliten.
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