Otro «lobo solitario»

De confirmarse oficialmente la autoría reivindicada por el Estado Islámico (EI), es decir, una matanza con una orientación claramente yihadista, estaríamos hablando probablemente de un «lobo solitario», algo parecido a lo que vimos en la matanza de San Bernardino. Si añadimos que, en esta ocasión, el ataque lo ha cometido una única persona y por el tipo de armamento empleado (un fusil de asalto y una pistola), en principio, no parece propio de un ataque bien planificado, ya que no participaron más personas. Correspondedería más bien a un perfil individual que actúa en beneficio de una organización, aun sin tener, probablemente, ningún tipo de contacto con ella. Hay que tener en cuenta que la mentalidad yihadista más rigorista ve este tipo de locales nocturnos y masificados –como el Club Pulse o la sala Bataclan de Francia– como un objetivo, ya que estos centros simbolizan para ellos la perversión y la degeneración de una sociedad a la que se oponen. En este sentido, cabe la posibilidad de que el EI haya instigado, quizá a través de las redes sociales o de webs en internet, a esta persona a llevar a cabo dicha acción como una respuesta a la situación que atraviesa ahora mismo el grupo yihadista, que está perdiendo terreno de una manera sustancial tanto en Siria como en Irak.

En este contexto, evidentemente, los integrantes del EI van a reaccionar de la manera que saben y que llevan practicando a diario desde el año 2003, que son las acciones terroristas. Esta matanza se enmarca en un trágico listado de recientes ataques, como los constantes atentados terroristas vividos en Damasco y Bagdad con decenas de muertos.