La Haya
Países Bajos entierra el Estado del Bienestar
Pese a ser un país con una fuerte tradición de protección social, el rey Guillermo Alejandro dio ayer por enterrado el Estado del Bienestar. En un discurso ante las cámaras con motivo de la presentación del Presupuesto para 2014, el monarca manifestó que «el Estado providencial clásico se transforma lento pero seguro en una sociedad de participación». El texto, escrito por el primer ministro, Mark Rutte, supone el anuncio oficial de duras medidas de austeridad para hacer frente a un creciente paro y a un déficit difícil de controlar. El rey, que paseó por las calles de La Haya en una «carroza de oro», dijo que la transición a una sociedad de participación es especialmente visible en las áreas de seguridad social y cuidado de la salud a largo plazo. «El Estado del Bienestar clásico de la segunda mitad del siglo XX ha sufrido regulaciones estatales que lo hacen insostenible en su forma actual», afirmó.
Era la primera aparición pública en la escena nacional para Guillermo Alejandro como monarca. Hasta el año pasado, el discurso lo leyó su madre, la reina Beatriz, que abdicó en él en abril. También hoy, la pareja real viajará a Madrid y se reunirá con el Rey Juan Carlos y los Príncipes, en su primera visita a España como jefes de Estado. Según Ap, el primer ministro Rutte esperaría que la pompa y la ceremonia alrededor del monarca y su popular esposa, la reina Máxima, fueran una buena distracción a los nuevos e impopulares recortes anunciados. Los últimos sondeos muestran la poca confianza en el Ejecutivo, que se encuentra en una impopularidad récord, así como que la mayoría de los neerlandeses opina que las medidas de austeridad ya aplicadas son la causa de que la economía haya empeorado. Se estima que la cifra de paro aumente al 7,5% en 2014 y que el poder adquisitivo de la población baje un 0,5%. Asimismo, el Gobierno tendrá problemas para controlar el déficit público, que alcanzará el 3,3% del PIB el año que viene. De ahí los cambios en el sistema de prestaciones.
En cuanto a la pronunciación del discurso, los holandeses agradecieron que el rey añadiera un toque personal al darles las gracias por el cálido recibimiento como monarca y por el cariño recibido durante la muerte de su hermano Friso. Sin embargo, la historiadora Daniela Hooghiemstra indicó al diario «Volkskrant» que no «es sabio mezclar asuntos íntimos con los próximos presupuestos». A Hooghiemstra le parece que Guillermo sí es partidario del «hazlo tú mismo» que se promulgaba en su texto, pues su círculo es muy empresarial, pero advertía: «¿Qué pasará el día que no apoye lo escrito en el discurso?».
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