Francia

Paseo por la ciudad zombi

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Paseo por la ciudad zombilarazon

Al menos 129 personas asesinadas y 300 heridas, 80 de ellas de carácter muy grave, es el resultado de la macabra acción de ocho terroristas que en nombre del EI han convulsionado toda Francia. El deseo de rendir homenaje a esas víctimas fue más fuerte que la orden de la Prefectura prohibiendo todas las manifestaciones. Cientos de personas quisieron recogerse ayer unos minutos ante los lugares de los atentados, e intentaron acercarse al Bataclan, la Belle Equipe, Le Petit Cambodge o simplemente a la cercana plaza de la République para dejar unas flores, encender una vela, dejar una nota o hacer una foto, mientras la Policía les incitaba a dispersarse.

Por toda Francia se repitieron estos homenajes sencillos, como en Lille, donde la manifestación pacífica fue interrumpida por un grupo de extrema derecha que tiraba petardos y blandía una pancarta con el lema «expulsemos a los islamistas». Los colegios estuvieron ayer cerrados, igual que los gimnasios, grandes almacenes y museos. Hasta la Torre Eiffel permaneció cerrada, y la alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo, anunció que por la noche no iba a ser iluminada como homenaje a las víctimas de la cadena de atentados del viernes. Fue un sábado más tranquilo de lo normal en París, las autoridades habían pedido a los parisinos que no salieran de casa si no era necesario. Quienes sí recorrieron las calles fueron aquellos que no habían localizado a sus familiares, con la esperanza de encontrarlos con vida en algún hospital. Fueron unas horas difíciles porque se había dado prioridad a la asistencia sanitaria y no se habían anotado los nombres de todas las víctimas. El Ministerio del Interior francés creó una página web para que los que buscaban a algún familiar dieran sus datos con el fin de que la Policía se pudiera poner en contacto. Pero también las redes sociales demostraron una vez más su utilidad. El hashtag #RechercheParis se colocó en seguida entre uno de los más utilizados.

También fue el momento de recogida de testimonios. Sophie, que estaba en Le Petit Cambodge, vio a «una mujer morir en mis brazos», los terroristas le habían disparado, pero no pudo salvarla. Julien Pearce, periodista en Europe1, estaba en el concierto que daban Eagles of Black Metal en el Bataclan. Su relato es espeluznante. Veía cómo recargaban sus armas metódicamente, uno era «un joven de unos 20 años, era como una máquina de matar». Pudo esconderse y salir de la sala, pero cayó en un local técnico donde se habían escondido en la oscuridad algunos empleados de la sala. La única forma de escapar era atravesando el escenario, y lo hicieron corriendo aprovechando un momento en el que los terroristas cargaban sus armas. Cuando alcanzó una salida de emergencia, pudo ver fuera «una decena de cadáveres en el suelo, sobre charcos de sangre; entre ellos, el de una chica que tenía dos impactos de bala» y que pudo levantar para entregársela a los bomberos.