Brasil

Pérdida de liderazgo

La popularidad de Rousseff ronda el 9%, con una oleada de deserciones y una caída de afiliados en el PT

La Razón
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–La renuncia del ministro de Economía ha vuelto a sacudir Brasil, que permanece en un estado de crisis perpetua. ¿Hay salida?

–Se trata de una doble crisis, política y económica, que es la más profunda a la que se ha enfrentado el país desde 1992. Estos dos problemas se han retroalimentado entre ellos, pues los escándalos políticos han empeorado la capacidad de Rousseff para gobernar. En general, las condiciones de vida de los brasileños han aumentado durante este tiempo, aunque estamos comenzando a ver cierta recaída. El desempleo ha aumentado del 7% a cerca del 10% en 2015 y es probable que alcance el 12% el próximo año, lo cual tendría un impacto negativo enorme en la economía brasileña.

–Brasil fue considerado el milagro latinoamericano y ahora va en caída libre. ¿Cómo puede evolucionar la economía brasileña en el futuro?

–Creo que los efectos secundarios de la crisis serán limitados, principalmente porque Brasil está relativamente cerrado al comercio, por lo que las repercusiones en la economía mundial o en los BRICS no serán muy significativas. Puede que se sienta en Mercosur, pero, en este caso, Brasil no sería el único culpable. A pesar del posible caos a corto plazo, existe la posibilidad de que la crisis provoque que el país se integre en la economía mundial de formas en las que nunca antes lo había hecho. Algunos grupos industriales como la Fiesp (Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo) y partidos como el PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), que se han mostrado tradicionalmente tímidos a la apertura comercial, abogan ahora por aumentar las oportunidades mercantiles. Irónicamente, es probable que esta crisis provoque que las exportaciones brasileñas se vuelvan más competitivas.

–¿Cuál es el futuro político que le espera a la presidenta Dilma Rousseff después de que se intentara destituirla?

–Creo que cualquier nuevo intento de «impeachment» es poco probable porque Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT) tienen suficiente votos, por ahora, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Sin embargo, las elecciones municipales del próximo año serán un buen baremo de la situación política. Hasta ahora, muchos alcaldes electos del PT han abandonado la formación y el número de afiliados ha caído también considerablemente. Es bastante probable que la formación de Rousseff se enfrenta a enormes pérdidas políticas en el futuro.

*Experto en Estudios Brasileños del Wilson Institute