¿Por qué no hay que perderse el discurso de Obama?

"It's the final countdown” para el presidente de EE UU, Barack Obama. Será la última vez que el mandatario se dirija al Congreso para dar cuentas sobre su gestión.

"It's the final countdown” para el presidente de EE UU, Barack Obama. Será la última vez que el mandatario se dirija al Congreso para dar cuentas sobre su gestión. En enero abandonará la Casa Blanca tras cuatro años dirigiendo la nación desde el Despacho Oval. Será por lo tanto un discurso esencial para entender cuáles serán las claves de su último año en el cargo. El Discurso sobre el Estado de la Unión comenzará a las nueve de la noche (3:00 hora española) y los expertos aseguran que Obama aprovechará esta ocasión para hacer balance de su gestión, para sacar pecho ante sus logros y maquillar sus fracasos. Más que un discurso dirigido al Congreso, como ocurre normalmente, serán unas palabras que busquen el apoyo de los estadounidenses de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. Así que Hillary Clinton, la precandidata demócrata a la Casa Blanca, será en parte otra de las protagonistas de su “speech”.

Estos serán los temas claves y las curiosidades de la despedida de Obama ante el Congreso.

Balance económico, sus éxitos

Será la primera vez que Obama utilizará el anual discurso de la Unión para dirigirse directamente a los ciudadanos estadounidenses y no a los legisladores. Normalmente, el presidente aprovecha esta ocasión para pedir al Congreso el apoyo para llevar a cabo sus medidas, pero ahora que tiene un pie más fuera que dentro de la Casa Blanca, lo usará a modo de mitin. Así, presumirá de haber bajado el paro al 5%, más de dos dígitos del que heredó de Bush, de haber creado casi 9 millones de puestos de trabajo (más de un millón a tiempo completo) y de que EE UU siga creciendo a un buen ritmo (2%). Alabará las grandezas de su polémico ObamaCare que ha dado cobertura a más de 10 millones de estadounidenses y subrayará sus logros en política exterior en los que Cuba e Irán marcarán, sin duda, su legado.

¿Qué ocultará?

Su “no cierre” de Guantánamo, ni su salida de Irak y Afganistán. Prometió el fin de la guerra y se ha visto involucrado en un nuevo conflicto esta vez contra el Estado Islámico. El presidente insiste en que la coalición que lidera en Siria e Irak está consiguiendo importantes logros, pero los bombardeos parecen no estar frenando el embiste yihadista que se cobró las primeras víctimas en suelo estadounidense en los ataques de San Bernardino. Ni hablar de su frustrada reforma migratoria que ha encallado en los tribunales y que pretendía regularizar la situación de cinco millones de indocumentados (frente a los 11 millones que prometió en un principio).

La primera vez de Paul Ryan

Tras la salida forzosa del republicano John Bohener, será ahora el nuevo presidente de la Cámara de representantes, Paul Ryan, quien vigile las espaldas del presidente Obama durante su intervención. Es conocido que la relación entre ambos no es nada buena, pero sabrán mantener las formas. De hecho, Ryan ha dicho que, incluso, Trump sería mejor presidente de EE UU que Obama.

¿Cuántas palabras tendrá el discurso del presidente?

Su récord está en las 7.304 que pronunció en su discurso de la Unión de 2010. Según el "think tank"Hispanic Council, el año pasado se moderó un poco más y se quedó en las 6.718 palabras. Sus buenas dotes para la oratoria son por todos conocidos, de ahí que saque provecho de este “don”. La larga duración de sus “speeches” le ha convertido en el segundo presidente que más “se enrolla” ante el estrado. De media, sus alocuciones son de 7.001 palabras. Sólo Bill Clinton le supera.

¿Dónde se irá Obama tras el discurso?

Pondrá rumbo a Nebraska y Luisiana. En el primer Estado visitará Omaha, donde hará “propaganda” de su política de empleo y sanitaria.

¿Quiénes serán los invitados de honor?

Según la propia Casa Blanca los invitados al palco de la primera dama, Michelle Obama, o galería de los héroes, "personifican el tiempo del presidente Obama al frente y más importante, representan quiénes somos como americanos: inclusivos y compasivos, innovadores y valientes”. Así, entre los 23, destacan: una activista que lucha por la reintegración de las prisioneras; una mujer que perdió su trabajo en el peor momento de la crisis económica; una madre trabajadora con una hija que asiste a la Universidad; una veterana de Vietnam que lucha por los veteranos de guerra sin hogar; un jugador de baloncesto reciclado a empresario y preocupado por el Medio Ambiente y la energía solar; una madre de un hijo drogadicto; la primera ranger; el Gobernador de Connecticut; un niño que con 12 años participó en el programa contra la obesidad “Let´s move!” y ahora él ha creado su propia ONG de comida sana y de ayuda a los sin techo; el CEO de Microsoft; un activista por los derechos de los homosexuales y el matrimonio gay; una jefa de Policía que instauró las cámaras en la ropa de sus agentes y fomenta las buenas prácticas policiales; el novio de uno de los muertos en San Bernardino que ahora lucha por la tolerancia y contra la radicalización; una empresaria que con su miel estadounidense ha dado el salto al mercado asiático; un veterano de guerra nacido en Arabia Saudí y de origen paquistaní; el sargento de las Fuerzas Armadas de EE UU que en agosto evitó un ataque terrorista, junto a sus compañeros de viaje, en el tren de alta velocidad Thalys que iba desde Bruselas hasta París. Una de las últimas personas que se agregó a la lista fue Refaai Hamo, un refugiado sirio en Turquía, que fue protagonista de una entrada del blog Human´s of New York y que el propio presidente Obama quedó asombrado por su trágica historia y le invitó, vía Facebook, a pedir asilo en EE UU.

¿Por qué habrá una silla vacía?

Será un triste homenaje, y a modo de concienciación, de una realidad de Estados Unidos: las víctimas por armas de fuego. El debate de las armas se ha producido después de cada matanza y tiroteo, pero la cultura de las armas de fuego está tan arraigada en ciertos sectores de la sociedad, que Obama ha tenido muy poco margen de maniobra durante sus dos mandatos. Con una media de más de un muerto al día, el presidente ha confesado su indignación, enfado y hasta ha llorado en público.

¿Quién dará la réplica a Obama?

Este año será la republicana Nikki Haley, gobernadora de Carolina del Sur, la encargada de tan importante labor y en horario de máxima audiencia. Es un nombre a tener en cuenta, pues según destacan desde Hispanic Council se considera "un referente del partido además de un candidato potencial a la vicepresidencia en año electoral".

¿Irá algún invitado con una copa de más?

La juez del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg, se quedó traspuesta durante el discurso de 2015. La octogenaria confesó "que no estaba 100% sobria, porque había tomado un muy buen vino de California", en una cena antes del speech y argumentó que el resto no se quedó dormido porque o no paraban de aplaudir, en la bancada demócrata, o de abuchear, en la republicana, mientras que ella se limitó a escuchar las más de 7.000 palabras de Obama.