Venezuela

El régimen impide a los senadores españoles visitar a López en prisión

De izq. a dcha., el senador uruguayo Pablo Nieres, los senadores españoles Ander Gil y Dionisio Garcia, Mitzi Capriles, esposa del alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, y Lilian Tintori, esposa de Leopoldo Lopez, esperan en la entrada de la cárcel Ramo Verde.
De izq. a dcha., el senador uruguayo Pablo Nieres, los senadores españoles Ander Gil y Dionisio Garcia, Mitzi Capriles, esposa del alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, y Lilian Tintori, esposa de Leopoldo Lopez, esperan en la entrada de la cárcel Ramo Verde.larazon

Maduro arremete contra Rajoy por tratar de marcar «el rumbo de Venezuela»

A pesar de que se utilizaron todos los cauces legales para solicitar la visita, un grupo de militares impidió ayer a la delegación de senadores españoles que viajó hasta Venezuela acceder a la prisión donde se encuentra detenido el dirigente opositor venezolano Leopoldo López. Una visita que empezó a gestarse en febrero del año pasado y que finalmente, y por orden de las autoridades venezolanas, no llegó más allá de la puerta de la cárcel de Ramo Verde, a 30 kilómetros al Sur de Caracas.

«Con respecto al resultado que nos dan las autoridades venezolanas, quiero decir al pueblo venezolano y sobre todo a los dirigentes políticos que se encuentran injustamente encarcelados que no los vamos a dejar en esta lucha que vamos a seguir», aseguró ante la negativa de entrada el senador Andrés Gil, del PSOE. Los militares movilizados hasta el lugar argumentaron que los senadores no habían cumplido en tiempo y forma con los requisitos necesarios para acceder al lugar a pesar de que la delegación contaba con un documento sellado por el Ministerio del Interior de Venezuela. Una decisión con la que este grupo de senadores, en el que también se encuentra Dionisio García, del Partido Popular (PP), Iñaki Anasagasti, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Josep Maldonado de Convergència i Unió (CiU) y el uruguayo Pablo Mieres, del Partido Independiente (PI), vio por segundo día frustrado su intento de ver a los presos políticos.

Los senadores españoles estuvieron acompañados por la esposa de López, Lilian Tintori, que, vestida con una camiseta con el rostro de López en la que se leía «Libertad», sí pudo entrar a ver a su esposo, ya que era día de visitas. «Lilian, como su esposa, va a llevarle este abrazo, este cariñoso saludo y el decirle que a pesar de que físicamente está ahí solo en un edificio aislado, estamos mucha gente en el mundo, y desde luego en España, todos los demócratas con él», agregó García. Anasagasti, por su parte, señaló que, cuando se está frente a la cárcel donde se encuentra López, se da cuenta de los esfuerzos que debe hacer Tintori semanalmente para ver a su marido.

Este grupo de senadores llegó el pasado miércoles a Caracas invitado por la oposición venezolana para explicarles la situación de los que consideran presos políticos y opositores perseguidos. Desde entonces, los senadores han logrado visitar al alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, quien se encuentra en arresto domiciliario. Sin embargo, no pudieron acceder el jueves a la sede policial donde está encarcelado el ex alcalde opositor de San Cristóbal, Daniel Ceballos, acusado de incitar a la violencia en las protestas antigubernamentales de 2014.

La visita ha recibido las críticas del Gobierno venezolano. Al respecto, su presidente, Nicolás Maduro, aseguró ayer que es una «falta de respeto» que la oposición venezolana invite a la «ultraderecha española» para que, supuestamente, trace el rumbo del país, en una clara alusión a los senadores. En una entrevista concedida al canal de televisión estatal Telesur, Maduro añadió que «es muy irritante que venga gente de España a decirle a Venezuela qué debemos hacer, eso es vomitivo, no necesitamos que venga la ultraderecha de Rajoy a venir a trazarle a Venezuela, 200 años después [de su independencia], cual debe ser nuestro rumbo». Además, Maduro añadió que con la Ley de Seguridad Ciudadana de España, denominada «ley mordaza», el presidente del Gobierno «le da una puñalada a la democracia».