Rusia marca los tiempos

- ¿Considera que el acuerdo adoptado ayer en Ginebra se aplicará realmente sobre el terreno ucraniano?

–Lo dudo bastante, no creo que sirva para avanzar los suficiente en la solución del conflicto. Quizá sí sea útil para que se produzca un nuevo encuentro en poco tiempo en el que se tomen medidas más concretas sobre la situación de seguridad en el país y se acuerde un marco político para las elecciones de mayo, así como para una posible transferencia de competencias a las regiones de Ucrania.

- ¿Cuál ha sido el problema de base de este encuentro?

–Quizá lo más importante es que no existe un consenso entre los países occidentales acerca de cómo lidiar con Rusia sobre Ucrania. Para llamar la atención de Putin, tendrían que poner en marcha un tipo de sanciones como las que se impusieron a Irán, pero éstas conllevarían el pago de un alto precio por parte de varios países europeos que tienen fuertes y muy desarrolladas relaciones comerciales con Rusia.

- Putin dice que hay que alcanzar la paz en Ucrania, pero por otro lado amenaza con enviar tropas si no se respetan los derechos de los prorrusos. ¿Contribuyen estas declaraciones a crear un ambiente de pre guerra civil?

–Hasta hace dos semanas, la guerra civil en Ucrania era inconcebible. Ahora es un peligro real. Si la violencia se generaliza el derramamiento de sangre sería inevitable y esto supondría una tragedia para Europa y para Rusia. Ucrania aún conserva el recuerdo de la guerra civil que tuvo lugar tras la Revolución bolchevique de 1917. La Historia rara vez se repite y espero que esta vez no sea una excepción.

- ¿Ha sido un error del Gobierno interino el enviar a sus tropas al este del país?

–El Gobierno de Kiev está obligado a reaccionar frente a los grupos armados que tratan de tomar el poder en este del país. Sin embargo, sus tropas no están suficientemente entrenadas ni poseen un claro cuadro de mando.

*Investigador del Programa Rusia-Eurasia de Chatham House en Londres. Preguntas de Ángel Nieto