Elecciones en Egipto
«¡Salvadnos, esto es un crimen contra la humanidad!»
Unos 1.500 manifestantes, además de 31 médicos y 70 heridos, quedaron atrapados en la mezquita de Al Fatah el viernes por la noche. «No he podido dormir, estoy tan preocupado por las personas que están cercadas en la mezquita... ¡Qué alguien los salve, por favor!». Ésta era la llamada desesperada de un joven miembro de los Hermanos Musulmanes, que temía un asalto a sangre y fuego sobre el templo religioso. «¡Socorro, nos quieren matar a todos!», gritaba una mujer en el interior de la mezquita, desde la que la televisión Al Yazira retransmitía en directo los hechos, mostrando la tensión y el miedo que se vivía entre aquellos que esperaban ese asalto de las Fuerzas Armadas. Los seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi pasaron las horas sentados en las alfombras de Al Fatah rezando. Un líder de la Hermandad, Saad Imara, también atrapado en el interior del edificio, pedía al mundo que los salvara de un «crimen contra la humanidad». Fátima y Omaina, dos hermanas, estuvieron hablando con esta televisión en varias ocasiones desde la mezquita Al Fatah, quienes explicaron que tras terminar su rezo del viernes no pudieron abandonar el centro. «La gente no quiere salir de aquí por miedo a las represalias» -explicaba Fátima muy nerviosa-. «Las mujeres que están saliendo están siendo tomadas como rehenes por el Ejército», aseguraba. «¿Cómo podemos confiar en ellos (los militares y policías) cuando han estado disparando contra nosotros balas y gas lacrimógeno?, ¿cómo vamos a salir de aquí y entregarnos?», se preguntaba Fátima. Algunas mujeres amenazaron con atrincherarse en la mezquita y declararse en huelga de hambre, mientras que las autoridades acusaron a los islamistas de emplearlas como escudos humanos para evitar ser desalojados.
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