«Si Sarkozy no regresa a la política será por una opción personal, no por la Justicia»

Segura de sí misma y sin miedo a ser preguntada, la ex ministra francesa Michele Alliot-Marie atiende a las preguntas de LA RAZÓN. La eurodiputada para el nuevo Parlamento Europeo, y titular de diversas carteras durante los mandatos tanto de Chirac como de Sarkozy se muestra muy crítica con el Gobierno socialista de Hollande, pero también con los actuales "líderes"de la derecha francesa.

-¿Cómo valora la política exterior del Gobierno del presidente François Hollande?

-No me gusta mucho hablar de Francia cuando no estoy en el territorio francés. Sin embargo, pienso que la política de Hollande no está a la altura de la tradición de la diplomacia francesa. Lamento que en ciertas operaciones, el presidente galo no haya hablado con nosotros ni con sus colegas europeos antes de llevarlas a cabo. Mali, República Centroafricana, por ejemplo, son operaciones que hubiese sido mejor que hubiese entrado en acción Europa y no Francia solamente. Para eso, hubiese hecho falta antes un consenso con los otros europeos. Por otra parte, hay algunas iniciativas que Francia tenía costumbre de hacer en Europa sobre política exterior que no se han hecho. Encuentro que Hollande tiene una política diplomática que no es lo suficientemente activa.

-¿Con Ucrania también?

-Ucrania, por ejemplo. En Siria... Son lugares en los que Francia no ha tenido el papel que solía tener.

-Se está viendo que muchos europeos de Francia, de España, se fueron a Siria y ahora se están uniendo al Estado Islámico en Iraq y el Levante para librar su propia yihad. ¿Cómo se puede prevenir?

-Hay acciones que se llevan desde el ministerio del Interior para seguir junto a otros países a los jóvenes salen que salen a hacer la yihad. Porque esto no es nuevo, ya se fueron a Afganistán, a Irak... Y es el mismo fenómeno. Pero en las ocasiones anteriores eran pocos, tal vez una treintena. Ahora es un fenómeno mucho más extendido. Lo que tememos es que vuelvan y que cometan atentados terroristas en nuestros países. Es la razón por la que la Policía trata de seguirles. Además, hay que saber cómo prevenir. Para prevenir hay que fijarse en dónde estos jóvenes son adoctrinados. Hemos constatado que hay dos lugares principales que son: la cárcel y asimismo los colegios. Por esta razón, yo como ministra del Interior y como ministra de Justicia formé un equipo para Europa, para tratar de prevenir el radicalismo en las cárceles y detectarlo. Una guía que fue aceptada y usada por el conjunto de los países de la UE. Y que ahora debe ser llevada hacia las universidades y los colegios. Es un verdadero problema que debe ser seguido y que la solución también pasa por involucrar a los padres.

-Si me permite que hablemos sobre Nicolas Sarkozy, ¿cree que ha tenido que ver su imputación con que quiera presentarse como candidato de la UMP?

-Sarkozy ha sido objeto, después de muchos meses de ataques múltiples, sobre todo políticos y de hostigamiento por parte de la Justicia. Como fui de ministra de Justicia no comento los procesos, pero hay cosas que me parecen un poco curiosas y totalmente inhabituales durante los procesos judiciales. Lo que constato también es que Sarkozy ya había sido objeto en al menos uno de estos procesos judiciales que había sido examinado ya y el procedimiento fue anulado. Fue reconocido inocente por el mismo juez que le había imputado. Entonces, es posible también, que vuelva ocurrir lo mismo y sea exonerado de estos casos abiertos. Le escuché el otro día que era una acción destinada a impedirle que no vuelva a la política. Yo le encuentro determinado a no dejar que le impidan seguir haciendo política y combatir a François Hollande.

-¿Quién está más fuerte ahora dentro de la derecha? ¿Fillon? ¿Juppé?

-Ni los unos ni los otros. Si se fija usted sólo son chicos y se comportan como niños de guardería. Se pelean entre ellos, sólo piensan en sus ambiciones personales, mientras que los franceses tienen otras preocupaciones como el empleo o la seguridad, que se han degradado en los dos últimos años. Tanto unos como otros deberían proponer soluciones a los franceses en lugar de hablar de sus ambiciones personales para 2017. 2017 está lejos. Muchas cosas pueden cambiar hasta entonces y si siguen así van a desacreditar a los ojos de los franceses.

-¿Y usted a quién apoyaría?

-Yo no he pertenecido nunca a ningún círculo ni a ninguna curia presidencial. Jamás. Les conozco bien, sus puntos fuertes y débiles, pero de momento no apoyo a nadie.

-Y si Sarkozy no se presenta, ¿será por los problemas judiciales?

-Si no se presenta a las elecciones no va a ser a costa de la Justicia, sino por una elección de vida personal. Él duda entre llevar una vida personal cómoda y su deber de enderezar al país y a la derecha.

-¿Su ausencia beneficia al Frente Nacional de Marine Le Pen?

-Creo que ése es otro problema distinto. El Frente Nacional se beneficia de la situación difícil de los franceses, debido a la crisis y al gobierno socialista. También se aprovecha de ciertos discursos de los socialistas, de Hollande y de gente de su entorno. Que ha propiciado que gente de derechas y de izquierdas después hayan votado por el partido que más fuerte dice: "Extranjeros fuera". De la misma forma que gente de derechas que apoya al Ejército ha votado al Frente Nacional. Cabe recordar que al mismo tiempo que las europeas había elecciones locales, y si en las europeas el Frente Nacional obtuvo un 20%, en las locales sólo un 8%. Los franceses se movilizan de forma distinta en Europa que a nivel local.

-¿Qué futuro le espera? ¿Qué planes tiene?

-Ahora mismo me ha elegido el Parlamento Europeo. Tengo proyectos que hacer en Europa, por ejemplo, lo que hacen los gobiernos socialistas agrandan los problemas y transforman lo que se ha hecho para decir que es culpa de Europa. Algo que no es verdad. Tengo proyectos para reflexionar sobre qué es lo que hay que hacer para mejorar la vida de los franceses. Eso es lo que me interesa. Uno tiene tendencia a hablar de las próximas elecciones, pero lo que interesa a los franceses son los problemas del día a día.