Turquía

Soldados turcos tiran a matar a refugiados sirios

El Observatorio Sirio denuncia el asesinato de al menos 16 civiles, entre ellos mujeres y niños, que trataban de cruzar la frontera turca

Guardacostas turcos golpean una barcaza con sirios en el Egeo y utilizan palos para repeler a los refugiados que tratan de alcanzar la costa
Guardacostas turcos golpean una barcaza con sirios en el Egeo y utilizan palos para repeler a los refugiados que tratan de alcanzar la costalarazon

El Observatorio Sirio denuncia el asesinato de al menos 16 civiles, entre ellos mujeres y niños, que trataban de cruzar la frontera turca

El acuerdo europeo con Turquía para frenar la llegada de refugiados a Europa está siendo violado por los guardias fronterizos turcos. Los soldados disparan a diario contra los sirios que intentan huir de la sangrienta guerra civil que asola a su país desde hace ya más de cuatro años. Así al menos lo denuncia el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El grupo opositor al régimen de Bachar al Asad con sede en Londres asegura que en los últimos cuatro meses han sido asesinados hasta 16 inmigrantes, entre ellos tres niños.

Con todo, un oficial de la «Free Syrian Police» –Fuerzas de Seguridad integradas por voluntarios que operan en las zonas controladas por el opositor Ejército Libre Sirio, y a las que Reino Unido suministra material– y un traficante de personas residente en Turquía aseguró al rotativo «The Times» que la cifra de muertos es aún mucho mayor. «Los soldados solían ayudar a los refugiados a cruzar, incluso les ayudaban a cargar sus bolsas. Ahora les disparan», señaló el contrabandista. «Los más afortunados son aquellos que resultan heridos en el lado turco porque son llevados a los hospitales y luego les permiten quedarse», matizó.

Hace tan sólo doce días, Bruselas y Ankara firmaban un acuerdo migratorio por el que Turquía debe hacerse cargo de todos los inmigrantes y refugiados que cruzan ilegalmente a Grecia por mar. A cambio, los ciudadanos turcos recibirán la exención de visado en la zona Schengen a partir de junio.

El pacto calificaba a Turquía como un «tercer país seguro», aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos denuncia que incumple a día de hoy la mayoría de los requisitos que la Directiva Europea de Asilo impone a los gobiernos de los 28 países del bloque. Una de las normas de obligado cumplimiento, por ejemplo, es el compromiso legal de no devolver a los refugiados a zonas donde su vida esté en riesgo y el de acogerlos según estipulan los artículos de la Convención de Ginebra de Refugiados de 1951. Sin embargo, Amnistía Internacional denunció ayer que desde enero pueden ser miles las personas que han sido devueltas a la fuerza en dirección a Siria, entre ellas, menores sin sus padres. El Gobierno turco niega las acusaciones y asegura que mantiene una política de fronteras abiertas para los sirios cuyas vidas están en peligro inminente.

Durante casi cinco años, la mitad occidental de la frontera de este país con Siria fue una línea de suministro clave para las milicias rebeldes que luchaban contra las fuerzas de Asad en el norte del país. La frontera supuso también una puerta abierta para miles de yihadistas extranjeros que engrosaban las filas de Isis y milicias extremistas, pero, sobre todo, fue una vía de escape para millones de civiles que escapaban de la cruenta guerra.

Frenar el éxodo

Se trataba de la ruta más accesible para emprender el éxodo hacia Europa. Sin embargo, los países de la llamada Ruta de los Balcanes presionaron a Bruselas para que pactara con Ankara al verse «desbordados» por la mayor ola migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, el Gobierno de Austria anunció el miércoles nuevas restricciones para limitar el número de solicitudes de asilo, que entrarán en vigor en mayo. A principios de este año, Viena ya estableció un tope anual de 37.500 solicitudes de asilo para refugiados de Oriente Medio, lo que desencadenó el sucesivo cierre de fronteras a lo largo de esa ruta, que ha paralizado por completo las llegadas en las últimas semanas. Miles de personas que huyen de la ofensiva sobre Alepo han quedado ahora atrapadas.