Costumbres
En Suecia, la 'pausa para el café' tiene nombre, y es casi obligatoria
En este país nórdico se toman muy en serio socialmente este pequeño descanso diario
En un mundo donde cada vez la vida cotidiana discurre a un ritmo más acelerado, los pequeños momentos para la pausa y reflexión parecen cada vez más necesarios. Estos pequeños oasis que surgen en mitad del frenesí cotidiano dependen muchos de las tradiciones sociales y la cultura del trabajo que estén instauradas en cada región del mundo, aunque existen lugares comunes.
Para muchos españoles, especialmente los que realizan labores en el campo en zonas especialmente calurosas, la siesta constituye un descanso fundamental para un buen rendimiento. Además, esta se practica durante las horas de mayor calor e incidencia de los rayos del sol, cuando menos productiva es la actividad y mayor riego existe de insolación.
Sin embargo, y desmintiendo muchos estereotipos, las pausas laborales no existen solo en los países del sur de Europa, sino que también se dan en otros a los que tradicionalmente se les atribuye una disciplina estricta en su forma de ser. El "tea break" ('pausa para el té') tan común en Inglaterra es buen ejemplo de ellos, pero existe una región mucho más al norte donde una parada para el café es prácticamente imperativa socialmente.
En Suecia, la 'pausa para el café' tiene nombre, y es casi obligatoria
Y es que en uno de los países nórdicos la pausa para tomar un café en el trabajo no es un simple descanso, sino que forma parte de una forma de entender y encarar la vida. Se trata de Suecia, monarquía parlamentaria que pertenece a la Unión Europea desde 1995, una nación donde esta pequeño parón no es solo tolerado, sino muy compartido socialmente.
En el idioma sueco existe incluso un término para nombrar a esta tradición nacional que ha transformado su forma de concebir el trabajo y las relaciones laborales: "fika". Aunque esta palabra no cuenta con una traducción literal en otras lenguas, se suele asociar común mente con 'pausa para el café', aunque no todo gira en torno a esta bebida.
El "fika" es un ritual diario que incluye una bebida (generalmente café) acompañada de algo dulce, como los famosos bollos de canela trenzados o "kanelbulle" suecos. Pero la dimensión más importante de esta tradición es la conversación con los demás, normalmente compañeros de trabajo o familiares. Ya sea en casa, en el trabajo o en una cafetería, este momento de calma pone el foco en hacer una pausa para aumentar la productividad, al mejorar el bienestar.
En muchas oficinas suecas, especialmente en instituciones públicas o empresas grandes, el "fika" está programado dentro del horario laboral. Se realiza una o dos veces al día, y todos los empleados, desde becarios hasta directores generales, están invitados al evento. Durante los 15 o 20 minutos que dura, no se suele hablar del trabajo, sino de otros gustos o preocupaciones fuera del ámbito laboral.
Según los suecos, este corto descanso mejora la productividad, refuerza la cohesión del equipo y reduce el estrés. Y es que la "fika" no es una moda reciente derivada del frenético ritmo actual de vida: su origen se remonta al siglo XIX, cuando el consumo de café comenzó a crecer en Suecia. Con el tiempo, la costumbre de reunirse para tomar el café se extendió por todo el país.
Hoy en día, esta tradición continúa siendo tan importante que incluso algunas guías turísticas de Suecia recomiendan incluir el 'tiempo de fika' durante las visitas al país. Muchas cafeterías suecas giran en torno a este concepto, ofreciendo ambientes cálidos, bollería casera y espacios pensados para quedarse un buen rato, sin prisa.