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Teherán responde que cumple y cumplirá el acuerdo nuclear

Rohani, con un creciente malestar interno, lamenta que «EE UU no cumpla sus pactos».

Teherán responde que cumple y cumplirá el acuerdo nuclear
Teherán responde que cumple y cumplirá el acuerdo nuclearlarazon

Rohani, con un creciente malestar interno, lamenta que «EE UU no cumpla sus pactos».

El presidente iraní, Hasan Rohani, anunció ayer que Irán «continuará» por ahora en el acuerdo nuclear de 2015, pese a la retirada de EE UU, y negociará con el resto de firmantes para comprobar si se garantizan sus intereses. Rohani pidió a su ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, que en las próximas semanas lleve a cabo consultas con Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China. «Desde este momento el acuerdo es entre Irán y cinco países y en esta situación nosotros debemos esperar a ver cómo actuarán los otros países», aseguró.

En este sentido, subrayó que si al final de «ese corto plazo» Irán llega a «la conclusión de que con la colaboración de esos cinco países puede conseguir las demandas del pueblo iraní, el JCPOA [siglas en inglés del acuerdo nuclear] permanecerá estable». «En caso de que veamos que no se garantizarán nuestros intereses, muy pronto hablaré con el pueblo de Irán y le anunciaré las decisiones del Gobierno», advirtió.

Durante los últimos años, Irán bajo el espejismo de un aperturismo económico y liberalismo social que podría acabarse si regresan las sanciones. Los acuerdos comerciales internacionales y su mercado petrolero se verán salpicados. Las empresas europeas se han mostrado en general reticentes y el único gran contrato, firmado por la francesa Total con una inversión de 4.800 millones de dólares, está en el aire.

Si Trump renueva las sanciones unilateralmente, obligará a los compradores extranjeros a dejar de importar petróleo iraní. Los analistas creen que las renovadas sanciones paralizarían la venta de hasta 500.000 barriles de crudo iraní al día en el mercado internacional, cerca de un tercio del impacto económico de las sanciones bajo la Administración Obama. No obstante, es poco probable que China, el mayor importador de crudo iraní, imponga sanciones.

Algo que olvidó Obama fue incluir una cláusula para frenar sobre el desarrollo militar iraní, que es lo que más le preocupa a Israel y Arabia Saudí, los principales socio de EE UU en Oriente Medio. Que Irán desarrolla misiles balísticos es algo que no oculta, pero que intranquiliza a sus vecinos rivales. De hecho, los rebeldes hutíes del Yemen han lanzado varios misiles de fabricación iraní contra Arabia Saudí. Y que decir de los cohetes y drones iraníes que sobrevuelan los Altos del Golán y que son lanzados desde Siria. Por ese motivo, Trump está presionando a Europa para que se revise el pacto o se rehaga con el fin de sancionar a Irán por el programa de misiles balísticos.

El régimen de los ayatolás está atravesando un momento difícil que llevó a protestas por todo el país por la inflación ascendente. Muchos iraníes se sienten decepcionados porque no han visto los beneficios económicos que el presidente, Hasan Rohani, dijo que fluirían a partir del acuerdo. Aún así, las autoridades iraníes temen por el impacto en su economía. El ministro de Petróleo, Biyan Zangane, reconoció que «politizar este sector podría dañar el mercado».