Política

Accidente de Germanwings

«Tengo miedo: es la misma compañía y casi la misma ruta»

Pasajeros del vuelo Madrid-Dusseldorf esperan en el mostrador un nuevo billete tras la cancelación de su vuelo
Pasajeros del vuelo Madrid-Dusseldorf esperan en el mostrador un nuevo billete tras la cancelación de su vuelolarazon

La compañía aérea de bajo coste Germanwings, la misma a la que pertenecía el vuelo siniestrado en los Alpes franceses, canceló sin previo aviso el vuelo 4U 9515 Madrid-Dusseldorf, 90 minutos antes de las 20:05 de la noche, hora en la que estaba programado su despegue en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

El gerente de Lufthansa, Juan Carlos Flores Rodríguez, se acercó a los pasajeros –que esperaban su turno para facturar en alguno de los seis mostradores habilitados de la terminal T2– para informales de que el vuelo hacia Dusseldorf quedaba cancelado por «razones operativas» y que la compañía se encargaría de ofrecerles alojamiento y de conseguirles lo más pronto posible vuelos en otras aerolíneas.

Cuando se anunció la cancelación del vuelo, al menos unas 40 personas ya habían facturado su equipaje, entre ellos 27 niños de un colegio alemán que estaban de visita en Madrid y Vasyl Ryshko, un turista de nacionalidad húngara.

De hecho, Vasyl, al momento de enterarse de que su vuelo no saldría como tenía previsto, había pasado todos los filtros de seguridad hasta el área de espera, donde le pareció muy extraño que en ninguna pantalla se mostrara el número de sala para acceder a su avión.

Las reacciones que más se escucharon entre las decenas de pasajeros que quedaron varados en Madrid fue su preocupación por llegar a tiempo a sus compromisos de trabajo, como tres mexicanos que debían asistir el miércoles a primera hora a la inauguración de la feria internacional de tecnología de alimentación y bebidas, Anuga Food Tec 2015, considerada una de las más importantes del sector en el mundo y que está ubicada a sólo 50 kilómeros de Dusseldorf.

Marcelo Garza, proveniente de la ciudad mexicana de Monterrey, compró su billete de avión en la página oficial web de Germanwings únicamente tres horas después de que la noticia del siniestro aéreo se diera a conocer al mundo.

«Decidí comprar el pasaje de avión a las 14:00 horas, por 151 euros, porque mis compañeros viajarían en esa misma aerolínea y porque en internet todavía estaba a la venta», explicó Marcelo.

La calma que se había mantenido en la T2 de Barajas durante la tarde se rompió cuando tuvieron que enfrentarse a una larga espera para que la compañía ofreciera una solución. A pesar de la incertidumbre que de por sí ya provocaba a varios pasajeros viajar en la misma compañía y recorrer prácticamente la misma ruta que el fatídico vuelo GWI9525, como manifestó Luis Iturralde: «Cuando escuché las noticias sentí nervios, pero traté de pensar que era casi imposible que el mismo día cayeran dos aviones de Germanwings».

Algunos pasajeros, como Javier Hernández, optaron por comprar otro billete de avión con Air Europa y exigir su reembolso –a través del correo electrónico buchungsinfo@germanwings.com– para evitar más demoras.

Marti Rand, quien fuera de los primeros en personarse en el mostrador de atención al cliente, salió con su tarjeta de embarque para viajar a primera hora con Lufhtansa hacia Frankfurt, la ciudad más cercana a Dusseldorf. Todos los pasajeros tuvieron que esperar en Madrid hasta este miércoles por la mañana para poder continuar con suviaje.

Una representante de Axor Hoteles se presentó en la misma puerta de la terminal para auxiliar a los clientes afectados. Todos fueron trasladados en microbuses hacia los hoteles Axor y Compostela Suits, donde pasaron la noche.