Política

Brasil

Bolsonaro llevará a varios militares a su gabinete

Una estructura mínima, con sus hijos en el equipo asesor, le bastó a Bolsonaro para vencer al PT. El apoyo del Ejército se reflejará en el nuevo Ejecutivo, donde habrá militares en varios ministerios. El juez Sergio Moro, azote de Lula, podría ser ministro de Justicia

Seguidores de Jair Bolsonaro celebrando ayer la victoria del líder ultraderechista en las elecciones presidenciales por las calles de Sao Paulo
Seguidores de Jair Bolsonaro celebrando ayer la victoria del líder ultraderechista en las elecciones presidenciales por las calles de Sao Paulolarazon

Una estructura mínima bastó para vencer al PT. El apoyo del Ejército se reflejará en el nuevo Ejecutivo.

Sin un partido fuerte detrás, sin dinero estatal y sin apenas espacio en las televisiones. Así es cómo Jair Bolsonaro ha logrado una victoria histórica, asestando de paso un duro golpe a los métodos de la política tradicional. Le han bastado su teléfono móvil, las redes sociales y un discurso radical de renovación para movilizar a millones de brasileños.

Recluido en un improvisado cuartel general en su casa de Río, convaleciente de un apuñalamiento, el presidente electo de Brasil armó una inaudita campaña respaldado por un pequeño equipo que ha demostrado ser infalible frente a la gran maquinaria política y electoral del Partido de los Trabajadores.

El clan familiar ha resultado clave. Ahí cabe citar el papel de tres de sus cinco hijos: Flavio, Eduardo y Carlos, elegidos diputado, senador y concejal por Río, respectivamente. Se dice que ellos son más duros en política que su padre, al menos de cara a la galería.

Eduardo, de 34 años, se reunió en Washington este verano con el ex estratega de Trump Steve Bannon, el apóstol del nacionalpopulismo, quien también aportó su granito de arena a la campaña del ultra brasileño. Eduardo ha sido el diputado más votado de la historia de Brasil y en julio grabó un polémico vídeo en el que decía que para cerrar el Tribunal Supremo «bastan un sargento y un cabo». Flavio, de 37 años, ha sido uno de los más activos en las redes sociales, hasta que se pasó de la raya y WhatsApp le bloqueó su cuenta por comportamiento sospechoso en la difusión de mensajes basura. Carlos, de 36, también es aficionado a provocar a sus rivales en las redes sociales. Con 17 años ganó un puesto de concejal en Río y desde entonces sigue en el cargo.

En el flanco militar, el más cercano a Bolsonaro es Augusto Heleno, general de cuatro estrellas retirado y decano del pequeño grupo de militares que ha cocinado el ascenso del ya presidente electo, donde también está el que será su vicepresidente, el general retirado Hamilton Mourao. Heleno seguramente ocupará el Ministerio de Defensa. Como su ahora jefe, ha defendido la dictadura y ha hecho declaraciones de este tipo: «Un ladrón con un fusil en la mano tiene que ser fusilado». Muchos brasileños valoran que éste fuera el comandante de la Misión de Paz de la ONU en Haití. El ex piloto de combate y astronauta Marcos Pontes se quedaría con Tecnología y el también militar retirado Oswaldo Ferreira con Transportes e Infraestructuras.

En el grupo de civiles, uno de los más destacados es el diputado Onyx Lorenzoni, ya confirmado como jefe de Gabinete. Ha sido el coordinador de la campaña electoral y forma parte del Frente Parlamentario Evangélico en el Congreso. Está unido a Bolsonaro desde 2003, cuando ambos impulsaron el derecho a portar armas.

Sergio Moro, el juez que inició el proceso contra Lula da Silva, ha sido invitado por Bolsonaro para ser ministro de Justicia o para ocupar una vacante en el Tribunal Supremo. Según la prensa local, Moro, considerado un héroe por muchos brasileños, estaría valorando aceptar la invitación.

Gustavo Bebiano, presidente del Partidos Social Liberal (PSL), tendrá otra cartera. Fue él quien convenció al ex capitán del Ejército para que se enrolara a principios de año a esta formación menor tras haber pasado Bolsonaro por ocho partidos distintos en sus 27 años como diputado.

El más mediático de su futuro Gabinete es Paulo Guedes, que ocuparía una súper cartera en la que se unificarían Economía, Hacienda e Industria. Bolsonaro admite que no tiene ni idea de economía y que todo pasa por Guedes, banquero de inversiones y seguidor de la Escuela de Chicago, estandarte del ultraliberalismo económico. Guedes ha dicho que la victoria de Bolsonaro se debe al apoyo de una clase media que en su opinión ha sido "agredida y abandonada por los gobiernos de izquierdas"