Donald Trump
Comey, cesado por Trump, acepta comparecer en público en el Senado
El presidente norteamericano, Donald Trump, confesó a los rusos su alivio al cesar al ya exdirector del FBI
El exdirector del FBI James Comey, cesado la semana pasada por el presidente de EEUU, Donald Trump, ha aceptado comparecer en una sesión pública ante el Comité de Inteligencia del Senado, que investiga los nexos de la campaña del magnate con Rusia, según informó este organismo.
El exdirector del FBI James Comey, cesado la semana pasada por el presidente de EEUU, Donald Trump, ha aceptado comparecer en una sesión pública ante el Comité de Inteligencia del Senado, que investiga los nexos de la campaña del magnate con Rusia, según informó este organismo.
La comparecencia, aún sin fecha, se celebrará después de la jornada festiva del 29 de mayo, Día de los Caídos en Estados Unidos.
Por su parte, Trump puso ayer rumbo a la que será su primera gira internacional con la intención de dejar por unos días de lado el caos generado estos días en Washington por el Rusiagate. Pero la conocida también como trama rusa, está lejos de terminar. Nuevas revelaciones del diario norteamericano «The New York Times», colocan al presidente confesando al ministro ruso, Sergei Lavrov y al embajador, Sergey I. Kislyak su alivio por la salida del director del FBI, James Comey. Su despido ha rebajado «una gran presión» trasladó a sus invitados en el despacho Oval. El mandatario realizará cinco paradas en Oriente Medio y Europa, en un maratón que se considera en Washington el primer examen sobre política exterior para el presidente conservador. Mientras, los líderes del Partido Republicano en el Congreso Paul Ryan Mitch McConnell intentarán reconducir el desastre dentro del Capitolio, donde las voces que piden un «impeachment» contra el presidente son cada vez más numerosas tras la fulminante destitución del director del FBI, James Comey.
Trump tratará de calmar a los líderes de la comunidad internacional, que han prestado atención a su mensaje de campaña de anteponer Estados Unidos a los intereses de sus aliados. «Me preparo para mi gran viaje al extranjero. Voy a proteger con todas mis fuerzas los intereses de Estados Unidos. Eso es lo que me gusta hacer», escribió el presidente en su cuenta de Twitter, un mensaje que iba más destinado a los estadounidenses que al resto de la comunidad internacional. En Arabia Saudí, el presidente, cuya campaña electoral destacó por su retórica antimusulmana, pronunciará un discurso destinado a tender puentes con esta comunidad, a la cual no ha sentado bien su decisión de prohibir la entrada en su país a siete países de mayoría musulmana. Eso sí, Trump pronunciará un mensaje diferente al del discurso del ex presidente Barack Obama de Egipto, cuando estuvo en El Cairo. En Israel, su segunda parada se encontrará con el primer ministro Benjamin Netanyahu. Su principal objetivo es reconducir la relación. A principios de semana, se supo que Trump había filtrado al ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, información clasificada de la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), facilitada por Israel, lo cual ha puesto en peligro la relación de colaboración entre ambas capitales. A esto, se añade que el consejero de Seguridad Nacional, H. R. McMaster, se negó a declarar el muro occidental parte de Israel, ya que Washington considera que ese lugar donde suelen rezar los judíos es objeto de negociaciones entre israelíes y palestinos. «Hay una posibilidad enorme de un acuerdo entre israelíes y palestinos. Tenemos a la gente adecuada, como David Friedman (embajador de Estados Unidos en Israel) y el asesor especial para asuntos internacionales, Jason Greenblatt», dijo Trump en una entrevista concedida al diario «Israel Hayom».
Mientras, en Roma, Trump se verá con el Papa Francisco, al cual durante la campaña le llamó «desgraciado» por cuestionar su fe. En Bruselas, Trump asistirá a la cumbre de la OTAN, una reunión muy esperada después de todos los mensajes mixtos que el presidente Donald Trump pronunció durante la Alianza Atlántica durante la campaña. Entonces, acusó a esta organización de estar «obsoleta», y se quejó de la que le costaba al contribuyente estadounidense demasiado dinero. En Sicilia, Trump se encontrará con los líderes del G-7. Sin duda, en esta cita se puede esperar cualquier declaración del presidente debido al deseo de Trump de dedicar siempre que puede sus brindis a los nacionalismos.
De esta forma, se cerrará el primer viaje del presidente, el cual está cargado de un fuerte simbolismo religioso al visitar el lugar de nacimiento del Islam, la tierra sagrada judía y el Vaticano. Su objetivo es lanzar el mensaje de «unidad» en la lucha contra el terrorismo.
A pesar de ello, habrá que esperar para evaluar el recibimiento de Arabia Saudí, que han empleado a fondo en los preparativos, en comparación con una recepción mucho más fría en Europa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar