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Trump rechaza sancionar a Riad por el «asesinato» del periodista
El presidente muestra su preocupación por el caso, pero avisa de que castigar a Arabia Saudí sería «una píldora difícil de tragar» para EE UU.
El presidente muestra su preocupación por el caso, pero avisa de que castigar a Arabia Saudí sería «una píldora difícil de tragar» para EE UU.
Julio Valdeón - El periodista saudí Jamal Khashoggi fue asesinado por los servicios secretos de Arabia Saudí. Así lo cree al menos el presidente del Comité de Relaciones Internacionales del Senado de EE UU, Bob Corker. En declaraciones a la cadena CNN, el senador declaró que no existen dudas respecto a la culpabilidad. Khashoggi, 59 años, padre de cuatro hijos, exiliado en Turquía, acudió hace una semana a la embajada de Arabia Saudí para solicitar unos documentos. Iba a casarse. Y hasta hoy. Nadie volvió a verlo.
Según despachos supuestamente interceptados por el espionaje de EE UU, la intención inicial habría sido la de secuestrar al columnista del «Washington Post» y trasladarlo a la fuerza al emirato. Pero algo debió de salir mal. Quién sabe si la contundencia con la que se habrían empleado los esbirros, y siempre según fuentes de los servicios secretos de EE UU y Turquía, el periodista nunca abandonó la embajada con vida.
Lejos de tratarse de un incidente provocado por un crimen de Estado y una violación flagrante de los derechos humanos, el de Khashoggi es también un caso que afecta a los intereses comerciales de EE UU. Básicamente existe un sector creciente de las cámaras legislativas que apuestan por sancionar a Arabia Saudí. No solo por el posible asesinato del reportero. Está también, y de forma dramática, la cuestión yemení, y la sangría en la población civil ocasionada por los bombardeos liderados por Arabia Saudí. Pero el anhelo por trazar una línea roja choca con las intenciones del presidente Trump. Preguntado al respecto en la cadena Fox, Trump comentó que «Eso», o sea, aprobar sanciones contra Arabia Saudí como respuesta a sus atropellos, «nos haría daño». «Tenemos trabajos», abundó. Trabajos que proteger, se sobreentiende. «Estamos viviendo muchas cosas en este país. Nuestro país se está desenvolviendo económicamente mejor que nunca». En su opinión, «parte de eso lo estamos logrando gracias a nuestros sistemas de defensa». «Todo el mundo los quiere y, francamente, creo que (sancionar a Arabia Saudí, plantarle cara) sería una píldora muy, muy difícil de tragar para nuestro país».
En otras palabras. Es posible que el país que compra material bélico a EE UU por valor de cientos de miles de millones de dólares haya sido acusado de provocar una carnicería de proporciones épicas en Yemen. También resulta probable que agentes de sus servicios secretos hayan retenido y/o asesinado nada menos que a un columnista del «Washington Post». Pero, ¿y la economía?, ¿y los contratos?, ¿los sistemas de defensa? Por si acaso, y tras admitir que, en efecto, el caso Khashoggi tiene muy mala pinta, el presidente Trump prometió nuevas investigaciones antes de tomar ninguna medida.
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