Elecciones

Túnez recoge los primeros frutos de la Primavera Árabe

Cuatro años después de la caída de Ben Ali, el país magrebí elige por primera vez libremente a su presidente. Essebsi, el favorito, deberá esperar a la segunda vuelta

Una mujer vota, con su hijo en brazos, en un colegio de Marsa, a las afueras de la capital tunecina
Una mujer vota, con su hijo en brazos, en un colegio de Marsa, a las afueras de la capital tunecinalarazon

«Es la primera vez en mi vida que no sé quién va a salir elegido como presidente por adelantado», cuenta Ahmed, un treintañero recién casado que hace mención a las elecciones «farsa» que se organizaban bajo el régimen de Zine Elabidine Ben Ali. Puede que la Primavera Árabe no se originara exactamente por la falta de comicios limpios, justos y transparentes, pero ayer los tunecinos alcanzaron otra cota democrática votando libremente entre los 22 candidatos a las presidenciales.

Más de 5,2 millones de tunecinos estaban llamados a votar en estas históricas elecciones para la región. Al cierre de esta edición, la participación alcanzó un 64%. Una vez más, los partidos no han logrado movilizar a todos los jóvenes inscritos en el censo. El candidato que iba en cabeza, Beji Caib Essebsi, de Nida Tunis, fue el más votado, con el 47,8%, según un sondeo de 3 C, pero deberá acudir a la segunda vuelta. Su partido ya ganó las legislativas con 86 asientos en el Parlamento, lo que también le da un halo de ganador. El segundo más votado sería, con el 26,9%, el actual presidente, Moncef Marzuki, que pese a que su partido sólo logró cuatro escaños en las pasadas legislativas, el respaldo en la sombra que le han dado los islamistas de Ennahda le convierte directamente en un fuerte rival. El CPR, el partido de Marzuki, es laico, por lo que presidente saliente hizo hincapié en las zonas más desfavorecidas y en muchísimos barrios populares. Algo que no ha hecho tanto Essebsi, de 87 años. Sin embargo, las filas islamistas no han logrado que todo su electorado se decantara en masa por Marzuki. La imagen de Essebsi, que evoca a la «era dorada» bajo Habib Burguiba, le ha ayudado entre la clase adinerada y las personas mayores, que recuerdan a Burguiba como quien trajo el progreso a Túnez.

A algunos tunecinos, no obstante, les preocupa que la «vieja guardia» tenga la mayoría en el Parlamento y también controle la Presidencia. En caso de que Essebsi ganara finalmente, se espera que «siga buscando el compromiso entre los legisladores que fomente la unidad entre los tunecinos, que cree un balance de fuerzas para que no se le vea como un dominante», indica a LA RAZÓN Jeffrey England, subdirector del Instituto Nacional Democrático (NDI) para el norte de África y Oriente Medio y observador de las elecciones de ayer.

El tercer y el cuarto puesto está reñido entre el izquierdista Hama Hammami, con una excelente campaña presidencial durante los últimos 21 días, y el populista Slim Riahi. El magnate no ha presentado programa propiamente dicho, pero sí ha logrado estar entre los cinco primeros candidatos, pese a que hubiera otras personalidades políticas entre el resto de candidatos.

Por primera vez en la historia de Túnez, un ex presidente acudió a votar por otro futuro presidente. Algo inédito para el país árabe. Fuad Mebazaa ejerció ayer su derecho a voto en Cartago, cerca del palacio presidencial en el que ahora vive Marzuki. Mebazaa fue presidente interino después de la revolución de 2011 y logró durante esos meses mantener la soberanía y organizar los comicios para la Asamblea Constituyente que ganaron los islamistas. El veterano político es un hombre muy respetado en la sociedad tunecina. En su colegio electoral, los votantes se le acercaban a escuchar su entrevista con Sham FM y asentían con muchas de sus frases. Se hacían fotografías con él y pausadamente le daban las gracias. Mebazaa enumeró a LA RAZÓN las características que debe tener buen presidente y, por tanto, lo que él espera como tunecino. «Un buen jefe del Estado tiene que escuchar a la población y a sus ciudadanos. Sólo escuchando las demandas se puede encontrar la vía hacia el desarrollo». Al preguntarle si a sus 81 años y viviendo prácticamente durante la historia reciente de Túnez se esperaba alguna vez poder votar en unas presidenciales en libertad, confiesa que «siempre he sido un optimista de la vida». El sentimiento entre los tunecinos que acudieron a votar era muy similar al optimista ex presidente. Desde que se desatara la revolución hace casi cuatro años han vivido tiempos convulsos, sin embargo, el debate político está en las calles. Sea quien sea el presidente, podrán criticar sus medidas y aplaudir sus logros en los medios, en las calles y en las urnas.

Los principales candidatos

BEJI CAIB ESSEBSI

El veterano líder de Nida Tunis formó parte de los Gabinetes de Habib Burguiba y Ben Ali. Fundó su partido en 2012, de clara oposición al islamismo.

MONCEF MARZOUKI

Presidente saliente y líder del Congreso por la República, es el favorito entre los más desfavorecidos y gran defensor de los derechos humanos.

HAMA HAMMAMI

El líder del comunista Frente Popular (FP) ha pasado gran parte de su vida en la cárcel, donde fue sometido a torturas por ser crítico con Ben Ali.

SLIM RIAHI

El millonario candidato de Unión Patriótica Libre hizo su fortuna en Libia. Posee medios de comunicación y preside un equipo de fútbol.