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Un avión de una línea aérea de Somalia continúa el vuelo tras una explosión
El aterrizaje fue de emergencia, pero sorprende la tranquilidad de los pasajeros que hasta grabaron vídeos tras la detonación
El aterrizaje fue de emergencia, pero sorprende la tranquilidad de los pasajeros que hasta grabaron vídeos tras la detonación
El avión comercial de la compañía Daallo Airlines, que partía desde Mogadiscio, Somalia, rumbo a Yibuti, sufrió un incidente al poco tiempo de despegar pero, por suerte, los pilotos fueron capaces de aterrizar la maltrecha aeronave.
De repente se escucha un estallido y la cabina se llena de humo negro. En la zona central del Airbus A321, justo donde se encuentran las alas, se ha abierto un enorme agujero y el pasajero que se encontraba en ese asiento, ha desaparecido.
Las sesenta personas que quedaban a bordo se cambian hacia la zona trasera del avión. Saltan las mascarillas, pero hay hasta quien no se las coloca y comienza a grabar los que muchos pensarían que son “los últimos minutos de vida”. De momento, ningún grupo terrorista ha reivindicado el atentado, de ahí que algunas fuentes en Somalia, a primera hora, indicaran que se trató de un fallo del avión en lugar de un ataque terrorista. No es el caso del piloto, un héroe para los pasajeros y la tripulación a bordo.
El comandante serbio Vlatko Vodopivec señaló a la BBC que a él se le informó de que la explosión se produjo debido a una bomba. “Ha sido mi primera bomba; Espero que sea la última”, dijo Vodopivec. El piloto explicó que el estallido tuvo lugar cuando el avión se encontraba a una altura de 3.350 metros y añadió que “podría haber sido mucho peor si hubiéramos estado a mayor altura”.
“Comencé a grabar el vídeo una vez que las cosas se habían estabilizado un poco y la mayoría de la gente comenzó a sentarse en la parte trasera del avión”, indicó Awale Kullane, diplomático de la ONU en Somalia, a la agencia AP. “Durante los primero segundos y minutos... Estaba aterrorizado y el resto del pasaje también”. Aunque en su vídeo se puede ver hasta a un niño sentado tranquilamente y a otros mirando por la ventana.
Uno de los portavoces de la compañía, Mohamed Husein, informó a la agencia Reuters de que dos pasajeros resultaron heridos por la deflagración. ¿Y qué ocurrió con el cuerpo del pasajero en la zona del explosivo? Algunos pasajeros indicaron que salió despedido por el agujero del estallido, de más de un metro de alto. Lo cierto es que en la zona de Balcad, a 30 kilómetros de la capital somalí, han localizado un cadáver. Se trata de un hombre de 55 años que habría fallecido como consecuencia de la “explosión”.
Algunos de los sesenta pasajeros se preguntaban ayer si el hombre sería el supuesto terrorista o quizá la bomba se accionó por control remoto y él sería la única víctima mortal del atentado al tener el explosivo bajo su asiento.
Somalia ha abierto una investigación y a pesar de que aún no hay datos oficiales, Estados Unidos ya ha adelantado que la hipótesis principal es que se trata de una bomba a bordo. El país africano sufre el terrorismo yihadista del grupo Al Shabaab, aunque sería la primera vez que atentan contra un avión comercial.
En diciembre de 1994, la explosión de una bomba hizo un agujero de 0,61 metros en el suelo de un avión de Philippine Airlines, con 293 personas a bordo. La aeronave partía de Manila y volaba rumbo a Japón. El piloto fue capaz de realizar un aterrizaje de emergencia. Uno de los pasajeros, de nacionalidad japonesa, murió y diez personas resultaron heridas. Al contrario que en el vuelo de Daallo Airlines, el avión de Filipinas ya había alcanzado la altura de crucero y se encontraba a 10.058 metros cuando se produjo el estallido. El piloto logró aterrizar una hora después en el aeropuerto de Naha, en Okinawa (sur de Japón). En 1995, se capturó a Ramzi Yousef. Yousef ya había atentado contra el World Trade Center de Nueva York en 1993. Fue condenado a cadena perpetua por orquestar el atentado contra el avión de Philippine Airlines y a 240 años de prisión por el ataque al WTC de 1993.
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