Ataque yihadista en Francia
Ocho terroristas han muerto inmolados o abatidos en los ataques
Desde la oficina del fiscal de París se indica que del total, cuatro han muerto en el asalto a la sala Bataclan, tres se inmolaron activando artefactos explosivos colocados a modo de cinturón y un octavo fue abatido.
Al menos ocho terroristas han muerto en el curso de los acontecimientos de este viernes en París, donde una cadena de atentados ha segado la vida de al menos 120 personas y ha dejado decenas de heridos.
Desde la oficina del fiscal de París, Franois Molins, han indicado que del total, cuatro han muerto en el asalto a la sala Bataclan, tres se inmolaron activando artefactos explosivos colocados a modo de cinturón y un octavo fue abatido antes de hacer explosionar otro artefacto cerca del bulevar Voltaire, según los datos publicados por el diario 'Le Parisien'.
La Fiscalía parisina ha abierto una investigación por los asesinatos en relación con "una organización terrorista"que permitirá saber si existen "más cómplices o coautores", según ha indicado el periódico francés.
Los autores del ataque a la sala de espectáculos Bataclan habrían recurrido a la intervención de Francia en Siria para justificar su acción, según testimonios recogidos por el diario. "Les escuché claramente decir a los rehenes 'Es la culpa de Hollande, la culpa de vuestro presidente, no tuvo que intervenir en Siria'. También hablaron de Irak", ha señalado uno de los supervivientes del ataque a la sala.
Con fusiles y granadas
Una de las prioridades de la Policía francesa anoche era determinar si las masacres habían sido cometidas por elementos residentes en el país galo o bien se trataba de células llegadas ex profeso del exterior para cometer las acciones criminales, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. Los yihadistas utilizaron fusiles de asalto y granadas de gran potencia.
Los servicios de información occidentales contaban desde hace varios meses con una información concreta en sentido de que el DAESH, el Estado Islámico, tenía en Siria campamentos secretos en los que islamistas de diversas nacionalidades, entre ellas francesa, británica y de otras naciones europeas, estaban recibiendo entrenamiento específico para cometer atentados en los países de los que proceden y de los que huyeron en su día.
Los entrenamientos, según las citadas fuentes, incluían el uso de armas y explosivos, pero con el común denominador de que había que actuar de forma indiscriminada y procurando hacer el mayor daño a los «cruzados», como denominan a los occidentales por su cultura de origen cristiano.
Extender el terror
Aldani, uno de los portavoces del Estado Islámico, lanza continuos mensajes en el sentido de que todos los musulmanes tienen que participar en la yihad, y, para ello, da lo mismo que utilicen cuchillos, piedras, un coche para atropellar «cruzados», bombas, armas, etcétera. Se trata de extender el terror global para propagar el miedo entre la población civil.
Francia se ha convertido en uno de los objetivos preferentes del terrorismo islamista, dada el gran número de inmigrantes árabes que viven en el vecino país, algunos de los cuales se han unido al DAESH.
Los atentados se producen en momento en que las Fuerzas de Seguridad galas se encontraban en estado de máxima alerta, lo que no va en contra de su eficacia. Esto demuestra que contra este tipo de terrorismo o se cuenta con información previa y se realizan acciones preventivas, o, al final, como ocurrió anoche en París, los criminales utilizan la menor oportunidad para atacar y sembrar el pánico entre los ciudadanos.
El Estado Islámico ha sufrido serios reveses «militares» en Siria e Irak y por este motivo los expertos consideraban posible que intentaran cometer un atentado de grandes dimensiones para tratar de aparentar una gran operatividad.
Advertencias
Ya en la reivindicación del avión ruso sobre el Sinaí, otro atentado de grandes dimensiones, el Estado Islámico advertía de futuras acciones criminales: «Debéis saber, y también aquellos que se alían con vosotros, que no tendréis ningún lugar en la tierra ni en el cielo, y que las decenas de víctimas que habéis matado con vuestros ataques cada día en la tierra de Siria serán la causa de vuestra desgracia futura. Sabed también que os mataremos como vosotros nos matáis, con el permiso de Alá. Alá es soberano en su mandato, pero la mayor parte de la gente no lo sabe».
Se trataba del siniestro anticipo de lo ocurrido anoche en París y, probablemente, de nuevos ataques en Occidente. De ahí la importancia de conocer si se trata de células que ya están implantadas en los territorios en los que van a atentar o bien que han llegado expresamente desde la zona de combate.
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