Un «lobo solitario» en París

l Con los elementos que se conocen, ¿qué se puede deducir del perfil de este individuo?

–Hay que ser prudente, pero parece que su modo de proceder es bastante claro. Es alguien que ha preparado todo antes de pasar a la acción y que está muy motivado. También estamos ante una persona organizada tanto por la manera en que accede a sus objetivos, como por su capacidad para huir sin ser arrestado ni identificado. Alguien que, además, como hemos visto en las imágenes, ha preparado ropa de recambio para no ser reconocido. Yo diría que es de un nivel intelectual normal y que controla sus emociones.

l ¿Se puede descartar que se trate de un desequilibrado o sufra trastornos psiquiátricos?

–No se puede descartar porque conocemos casos de personalidades trastocadas, como los psicópatas o paranoicos, que son perfectamente capaces de organizarse a nivel criminal. Es probable que sea alguien con una personalidad aparte, con cuentas que ajustar, pero que no parece desequilibrado en su comportamiento.

l ¿Es un «lobo solitario»?, ¿más «amateur» que profesional?

–En general, cualquiera normalmente constituido, con un arma, si está motivado y se entrena, no necesita ser profesional o un militar para ser alguien muy peligroso. Y si actúa solo es mucho más difícil de encontrar. No sabemos si es un «lobo solitario» sólo para esta operación o si es alguien poco integrado en la sociedad y que poca gente pueda identificarlo.

l ¿Cuál es su móvil?

–Las razones que le mueven no son claras. Pese a su organización, parece desconcertado cuando pasa a la acción. Da la impresión de que quiere atacar más a unos símbolos –BFMTV, «Libération», Société Générale–, por lo que representan, que a las personas directamente.

l ¿Podría pasar a la acción próximamente?

–Es posible que pueda atacar de nuevo cuando la investigación se calme o, al contrario, que se arriesgue a exponerse públicamente.