Líbano

Una casa de desesperanza

Desde Líbano

Una niña siria en el asentamiento de la localidad de Ketermaya, sur de Beirut,
Una niña siria en el asentamiento de la localidad de Ketermaya, sur de Beirut,larazon

La fotografía de esta niña siria, en el asentamiento de la localidad de Ketermaya, sur de Beirut, refleja el estancamiento de un conflicto que hoy cumple su quinto año y recoge la eterna espera de millones de sirios varados en otros países. La guerra civil siria, la más sangrienta de la región, ha enterrado a 370.000 personas, destruido ciudades enteras, y obligado a once millones de sirios a huir de sus hogares. Sólo el Líbano, con una población de 4.200.000 habitantes, acoge entre 1.200.000 a 1.500.000 sirios, según datos de ACNUR, lo que representa que una de cada cinco personas es refugiado. La situación de los refugiados es tan vulnerable que los padres se ven obligados a hacer cualquier cosa para poder mejorar un poco sus condiciones de vida. Según UNICEF, uno de cada diez niños refugiados en el Líbano está trabajando, y sólo alrededor de un tercio de los menores están matriculados en la escuela. Los escenarios apenas cambian, tan sólo las políticas de los estados en acogerlos. Mientras que en el Líbano, tras la experiencia con los palestinos en los campamentos de Sabra y Chatila, se prohibió la creación de campos para sirios, a pocos cientos de kilómetros, el campamento de Zatari, en Jordania, se ha convertido en una megaciudad de polvo, lonas y suministros de la comunidad internacional.