Brasil

Una crisis de largo alcance

La división de los brasileños es tan grande que podría traducirse en violencia política

La Razón
La RazónLa Razón

–¿Crecerán las protestas en las próximas semanas?

–Las manifestaciones en contra del Gobierno continuarán, pero también hay convocadas marchas el día 18 a favor del Ejecutivo de Dilma. Ésta es una crisis larga. Incluso si el Gobierno cae y es reemplazado por otro de centro derecha, la crisis del país seguirá. Si se produce esa situación, los movimientos sociales mantendrán una oposición dura contra un hipotético Gobierno de derechas. Y si Dilma continúa en el poder, las manifestaciones sólo se acabarán si la presidenta es capaz de ofrecer soluciones a los problemas del país. Una de las cosas que tendrá que hacer es remodelar su Gobierno y redefinir sus bases de apoyo.

–¿El PMDB, socio del partido de Dilma en el poder, acabará saliendo del Ejecutivo?

–El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) abandonará el Gobierno si alcanza un acuerdo con el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). El PSDB quiere nuevas elecciones y el PMDB quiere que el vicepresidente, Michel Temer, ocupe el lugar de Dilma como presidente del país. Por ahora, no existe un acuerdo entre las dos partes. Pero si finalmente hay un pacto, el PMDB dejará el Ejecutivo, lo que supondrá el fin del mandato de Dilma porque no tendría forma de recabar apoyos para su Gobierno ante un posible «impechament».

–¿Está la sociedad tan dividida como parece?

–Hay una fuerte polarización en la sociedad, que podría derivar en violencia política. Los opositores del Gobierno han creado un clima de linchamiento moral y político contra el Partido de los Trabajadores. Mientras, los movimientos sociales que apoyan al PT también tienden a radicalizarse. El resultado es que hay muchas dudas en el país sobre el futuro.

*Profesor de la Escuela de Sociología Política de Sao Paulo